Iñigo Martínez, héroe por sorpresa en el tercer gol de la remontada del Barça al Atlético en 45 minutos
El ex del Athletic conectó un cabezazo en un córner ejecutado por Raphinha
En una semifinal completamente alocada, de idas y venidas constantes, Iñigo Martínez se erigió como héroe inesperado del Barcelona. Su equipo perdía por dos goles cuando tan solo transcurrían seis minutos de la ida de este decisivo cruce de la Copa del Rey y terminó sellando una trepidante remontada (3-2) poco antes de que el árbitro pitase el descanso. El ex del Athletic lo hizo gracias a un lanzamiento de córner un tanto envenenado de Raphinha con el que conectó un testarazo completamente solo. Ayudó que Musso midió mal la salida y el bloqueo de Cubarsí a su marca, Marcos Llorente.
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Fue la guinda a una remontada de tres goles en solo 45 minutos. Los colchoneros se adelantaron cuando ni se habían cumplido sesenta segundos de partido. Fue Julián Álvarez. Aprovechó una prolongación de cabeza de Lenglet a centro de Griezmann. Remachó en el segundo palo y no perdonó. A los seis minutos, el autor del primer tanto interceptó un mal pase de Koundé y devolvió el favor anterior a la estrella francesa. Griezmann recortó a Balde y conectó un disparó que fue a parar al fondo de la portería tras tocar en Szczesny. Todo parecía a favor del equipo de Simeone.
A partir de ahí, zarafarrancho de combate. El Barça de Flick se volcó. Y obtuvo su premio. Primero, en el minuto 19. Pedro acortó distancias con un disparo raso precedido por un pase atrás de Koundé. Tan solo dos minutos después, en el 21, Cubarsí ponía el 2-2 conectó un cabezazo en un córner ejecutado por Raphinha.
Desde la esquina también llegó el momento de gloria para el central vasco, al filo del descanso. Se tiró con todo en plancha para conectar de cabeza el centro ejecutado por Raphinha de nuevo. Estaba completamente solo gracias a la pantalla de Cubarsí a Llorente y el guardameta rival midió mal la salida. Lo celebró efusivo, con su habitual celebración. Extendiendo los dedos de manos, con los pulgares en la sien, y sacando la lengua. Un protagonista goleador que no entraba a priori en el guion.
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