El árbitro, el centro de las iras en el fútbol: así sucedieron otras vergonzosas agresiones
La brutal agresión a un colegiado en Turquía recuerda a otros lamentables episodios de violencia que han manchado la imagen del fútbol en los últimos años
Iñigo Agiriano
Martes, 12 de diciembre 2023, 14:05
Todo el fútbol en Turquía ha quedado suspendido después de los incidentes en el encuentro entre el Ankaragücü y el Rizespor, que terminó en empate a uno. Corría el minuto 97 cuando el Rizespor logró empatar el partido, ante un equipo local que había jugado con un futbolista menos desde el comienzo de la segunda parte. Nada más finalizar el encuentro, el presidente del Ankaragücü, Faruk Koca, bajó al campo y propinó un tremendo puñetazo en la cara al árbitro del encuentro Halil Ulmut Meler, que fue agredido posteriormente por otras personas cuando se encontraba en el suelo. Meler, a pesar de ser considerado el mejor colegiado del país, está planteándose su retirada, todavía en estado de shock tras lo ocurrido. El ministro de interior turco, Ali Yerlikaya lo visitó en el hospital y, le puso al teléfono con el presidente del país, Recep Erdogan, que ha condenado duramente lo sucedido. Koca, que fue diputado por el partido de Erdogan entre los años 2002 y 2011, ha sido detenido junto a dos de sus ayudantes. Por desgracia, la agresión del presidente del Ankaragücü es tan solo el enésimo ejemplo de violencia en el fútbol que se ha vivido en los últimos años, unos incidentes que suelen tener a los colegiados como involuntarias víctimas.
En 2018, unas imágenes del fútbol griego dieron la vuelta al mundo. Corrían los minutos finales del derby de Salónica entre el AEK y el PAOK, cuando el árbitro anuló un gol a los segundos que hubiera supuesto a buen seguro la victoria y el liderato. En ese momento, Ivan Savidis, presidente y dueño del club, bajó al campo armado con una pistola, junto a varios guardaespaldas. La invasión de campo provocó la suspensión del encuentro, aunque finalmente el árbitro decidió validar el gol y la victoria fue para el PAOK. Savidis fue vetado de los campos griegos durante tres años, pero sigue siendo el dueño del club y uno de los hombres importantes del fútbol heleno.
Aquel día el colegiado del encuentro salió bien parado a pesar del susto. Otros no han tenido tanta suerte. En 2017 todo el fútbol uruguayo fue suspendido por una agresión a una jueza de línea y un árbitro, que sufrieron graves lesiones. Un año después, en Guatemala, el cuarteto arbitral del encuentro entre el Escuintla SS y el Rosario FC se encontraba en su caseta cuando siete directivos del Escuintla entraron y les dieron una paliza, utilizando entre otros objetos la culata de una pistola.
América Latina ha sido triste protagonista de muchos de esos sucesos, pero sería un error creer que hay algún país que se libre de ellos. Alemania, muchas veces elogiada como ejemplo de civismo, tuvo que cancelar todos los partidos de categorías inferiores en el año 2019, en una temporada en la que se habían producido más de cincuenta ataques contra árbitros solamente en los campos de Berlín. En España, el fútbol profesional lleva tiempo libre de protagonizar un incidente de este tipo, aunque todavía queda en la memoria colectiva el botellazo de Dani Benítez, jugador del Granada en aquel momento, a Clos Gómez. Por desgracia, en otras divisiones donde la protección de los árbitros es menor, se han vivido episodios de mayor violencia, como el sucedido en Sanlúcar en el año 2022, cuando un padre de uno de los futbolistas saltó al campo y propinó un puñetazo al colegiado.