La Vuelta ya está aquí
Los ciclista volaron ayer a Vitoria, desde donde mañana se reanudará la carrera con una etapa diseñada por Beloki
La Vuelta a España ha dormido ya esta noche en Vitoria tras tres etapas iniciales en Países Bajos. Después de la jornada de descanso de ... hoy, la ronda retomará mañana la actividad con 160 kilómetros entre la capital alavesa y la meta de Laguardia en un recorrido diseñado por el exciclista Joseba Beloki, que subió al podio del Tour y que en 1997 ganó en Laguardia la etapa inicial de la Vuelta a Álava. «Es una etapa bonita y compensada. El puerto de Herrera tiene un descenso espectacular, es un balcón natural. Y el final de la jornada en Laguardia será muy explosivo», define.
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Tres etapas en Euskadi
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Cuarta etapa, mañana Vitoria-Laguardia: de 160 kilómetros. Por Legutio y Landa se llegará a Opakua, de segunda categoría. La carrera bajará a Maeztu y por Bernedo irá hacia la ladera menos dura del puerto de Herrera. De la cima a la meta en repecho de Laguardia hay 14 kilómetros.
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Quinta etapa, miércoles Irun-Bilbao: de 187 kilómetros. Paso por Zumaia, Deba y Ondarroa antes de subir Gontzagarai (3ª) y, tras Munitibar, el Balcón de Bizkaia (3ª). Luego esperan Morga (3ª) y dos pasos por el Vivero (2ª) antes del final en la Gran Vía.
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Sexta etapa, jueves Bilbao-Pico Jano: de 181 kilómetros. Tras partir desde la explanada de San Mamés, la carrera tirará por Muskiz hacia Ramales de la Victoria, ya en Cantabria. El puerto de Alisas (2ª) y la Collada de Brenes (1ª) darán paso al estreno del Pico Jano (1ª), donde está la primera meta en alto de esta Vuelta.
El miércoles, la salida estará en Irun y la pancarta final esperará en Bilbao tras subir en dos ocasiones el Vivero. Y la Vuelta se despedirá de Euskadi el jueves, con el banderazo desde Bilbao, desde la explanada de San Mamés, camino del Pico Jano, un puerto cántabro que se estrena en la historia de la carrera. Este paso de la ronda española por los tres territorios vascos sirve de ensayo y es el anticipo de lo que espera en 2023, con la Gran Salida del Tour instalada en Bilbao y con tres etapas en las carreteras de Euskadi.
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Cortes de tráfico en Vitoria por la Vuelta
Bilbao y San Sebastián estuvieron presentes en la primera edición de la Vuelta, en 1935. Vitoria tuvo que esperar hasta que el diario EL CORREO se hizo cargo de la organización de la carrera en 1955. La capital alavesa se estrenó el año siguiente, en aquella edición de 1956 que al final se llevó el italiano Angelo Conterno ayudado por la guerra interna que mantuvieron Federico Martín Bahamontes y Jesús Loroño. El gran duelo.
Era la penúltima etapa, 207 kilómetros entre Bilbao y Vitoria, y con los altos de Orduña y Herrera en el perfil de ruta. Un vizcaíno correoso, Benigno Aspuru, salió a por la victoria. La logró en fuga. Por detrás, Bahamontes andaba rabioso. Quería la Vuelta, pero no dejó de sufrir pinchazos. Lo perdió todo de avería en avería. Ya sólo Loroño, a 43 segundos de Conterno, aspiraba al triunfo final en la última etapa, de 190 kilómetros entre Vitoria y Bilbao. Ese día quedó para la historia la imagen de Conterno remolcado en Sollube por varios corredores, incluido Bahamontes. Loroño, que iba por delante, fue al final cazado y no pudo ganar aquella inolvidable y polémica edición de la ronda.
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Ocaña en Herrera
La etapa Bilbao-Vitoria vivió otro capítulo histórico en 1971. Obra de Luis Ocaña, ciclista indómito. Había ganado un año atrás la carrera, pero se mostró muy irregular en aquella edición. Días malos, como cuando cedió cinco minutos en los abanicos de Pontevedra, y exhibiciones como la que inició subiendo Orduña, uno de sus puertos fetiche. Quedaban 140 kilómetros hasta la meta vitoriana. Atrapó a los fugados y resistió mientras por detrás tiraba el Orbea de Miguel Mari Lasa. Ocaña, pese al castigo acumulado, insistió en Herrera. Se quedó solo y, contra todos, alcanzó la pancarta final con dos minutos de ventaja. Lasa perdió el liderato en favor del belga Ferdinand Bracke, antiguo poseedor del Récord de la Hora y que, para sorpresa hasta de él mismo, fue el ganador de la Vuelta de 1971. Unos meses después, Ocaña se impuso en el Tour.
La cuarta etapa de la edición actual de la Vuelta, con el puerto de Herrera y la meta en Laguardia, tiene un antecedente más cercano en el campo amateur. Un recorrido por esa zona abrió la Vuelta a Álava de 1997. La subida a Herrera hizo la selección y eligió Joseba Beloki (ACR), Villadons, Vainsteins y Jufré (Porcelanatto), Arreitunandia (Kaiku), Flores (Caja Rural) y dos ciclistas del Olarra, Gorka Gerrikagoitia y Mikel Pradera, que quedó descartado por una rotura de cadena.
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Ese grupo se jugó la etapa en la cuesta final, en Laguardia. Beloki batió a Gerrikagoitia, que hoy es director del Cofidis y que recuerda bien aquella carrera: «Ahí conocí a Vainsteins, que luego fue campeón del mundo. Yo era rápido, pero la meta estaba cuesta arriba, era dura. Y Beloki subía mucho». El alavés defendió su liderato en las jornadas posteriores, ganó la ronda y, gracias a aquel triunfo, llegó al pelotón profesional y al podio del Tour de Francia. Cada vez que la Vuelta a España se acerca a Álava, Beloki colabora con la organización de la carrera en el diseño de los recorridos. Lo hizo en la etapa Vitoria-Valdegovía, en 2020, y ahora en un escenario que tan buenos recuerdos le trae.
Sobre ese paisaje alavés entra la Vuelta a España en las carreteras vascas. Irun y Bilbao disfrutarán mañana de otra jornada con doble ración del Vivero. Y la capital vizcaína lanzará el jueves desde San Mamés la primera etapa con final en alto, la del Pico Jano. El espectáculo itinerante de la Vuelta ya está aquí, donde tantos aplausos ha recibido desde que nació en 1935.
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