Espantada de López en la Vuelta de Roglic
El esloveno ata su tercera edición y el colombiano se retira enrabietado al verse hundido camino de Herville, donde casi gana Bizkarra y vence Champoussin
Sábado, 4 de septiembre 2021
Ahora que el precio de la luz escala como nadie, la última etapa montañosa de la Vuelta fue pura electricidad. Gratis. Espectáculo. Pudieron ganar muchos, ... incluido Mikel Bizkarra, pero ganó el francés Champoussin, que al coger a Roglic, Mas, Haig y Yates a kilómetro y medio de la cima de Castro de Herville, pensó: «Si se miran entre ellos, tengo una ocasión». Se miraron. Y se llevó una etapa en la que, a falta de la 'crono' final, Roglic ratificó su victoria en la Vuelta, la tercera que suma. Enric Mas ató la segunda plaza, como en 2018. Y Haig tendrá que defender ante Yates el tercer cajón del podio que le arrebató a 'Superman' López, el derrotado. Al colombiano del Movistar se le cruzaron los cables tras ceder en el alto de Mougás. La carrera era de alta tensión y López, desesperado, se echó a la cuneta al verse relegado. Trataron de convencerle para seguir. Patxi Vila, su director, buscó con palabras una solución para ese cable pelado. Nada que hacer. 'Superman' era víctima de un cortocircuito mental. Resultó una jornada de las que dan calambre y levantan al espectador del sillón.
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'Superman' pide perdón por su ataque de ira
Se corre mejor cuando no hay nada que perder. Egan Bernal, ganador del Tour y el Giro, no ganará esta Vuelta. Tiene edad y tiempo de sobra para intentarlo más veces. Pero sí ha dejado su marca en la ronda española. La mejor etapa de todas, la de los Lagos de Covadonga, fue obra suya aunque al final la ganara el que va a quedarse con esta edición, Roglic. Bernal, que inició la Vuelta con las piernas ablandadas por las secuelas del Covid, no ha alcanzado su mejor nivel. Lo ha pasado mal. «Si el karma existe, estoy pagando todos mis males en esta carrera», confesó el viernes. Llegó roto esa tarde a la meta de Monforte de Lemos. Pero apenas unas horas después, en la última jornada de montaña, puso a su equipo, a Sivakov y Pidcock, a tirar en el alto de Mabia, a 80 kilómetros de la meta, como si todo estuviera por ganar.
Galicia se pudo de su lado. Geografía retorcida tras cruzar junto los puentes de Tui que van a Portugal. Se acabaron las rectas y los llanos. De lado a lado. Y sacudidos todos por el ritmo del Ineos ordenado por Bernal. Que sufre y cuando sufre, se divierte aún más. El colombiano comprobó el día de los Lagos que el ciclismo no sólo vive de victorias; también de derrotas con valor. El orgullo del intento. La violenta marcha de Pidcock, campeón olímpico de mountain bike, recortó a la mitad, de 10 a 5 minutos, la ventaja de la fuga en la que iban Bizkarra, Champoussin, Herrada, Navarro, Trentin, Calmejane, Storer (líder de la montaña), Bardet, Gibbons, Padun... Faltaba en esa escapada algún dorsal del Caja Rural. Oier Lazkano, vaciado por el mismo virus intestinal que retiró a Lastra, tuvo que dejar la carrera. Todos andaban con el mismo mal a cuestas. La Vuelta no tiene clemencia.
Enseguida lo comprobó 'Superman' López, el tercero en la general. Bernal sopló las ascuas de sus escasas fuerzas y atacó en el alto de Mougás. López respondió. Se gastó. Contraatacó otro del Ineos, Yates. El conjunto británico quería morir matando, incluso aunque Bernal empezara a ceder. A Yates sólo le siguieron Roglic, Mas y el Bahrain, otra escuadra que ya nada tenía que perder. Es la tropa de Jack Haig, que era el cuarto en la clasificación, el primero que se iba a quedar fuera del podio. Detectaron la debilidad de López. Los del Bahrain aprovecharon que eran mayoría y cavaron un zanja en la que enterraron a 'Superman'.
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El colombiano del Movistar, desesperado, tuvo que rendirse tras bajar a Baiona. Allí murió el primer indio que trajo Colón de América. Otra lápida para el podio de López. Funeral junto al paraíso de las islas Cíes. El Bahrain paró a Padun, que iba en la fuga, y lo puso a tirar de Mader y Haig. A su rueda sólo aguantaban los dos primeros de la general, Roglic y Enric Mas, y Adam Yates. El australiano Haig, de 27 años y formado en el mountain bike, no pudo buscar su techo en el pasado Tour por una caída que le sacó de la ronda gala, pero rodaba ya hacia el tercer cajón del podio en la Vuelta.
Vila no convence a 'Superman'
Detrás, desnortado, ido, perdido, 'Superman' López vio un coche del Movistar en la cuneta. Se detuvo en seco. No soportaba su derrota. Se colocó en cuclillas, cabeza baja. Patxi Vila intentó levantarle. Nada. Lo mismo hizo, cuando llegó, Imanol Ertivi. Tampoco. El colombiano, que acaba de renovar por dos temporadas, negaba con la cabeza. Alguien le pasó un teléfono móvil. Le llamaba una voz de peso en el equipo. No. Se subió al coche y se bajó de la Vuelta. Esa huida le pesará siempre al ganador en la cima del Gamoniteiro.
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Delante, el Bahrain alcanzó a los escapados entre el alto de Prado y la subida final a Castro de Herville. Solo sobrevivía de la fuga el sudafricano Gibbons. Yates lo apartó con un par de arrancadas. Pero no dejó atrás ni a Roglic, ni a Mas. Y Haig recuperaba los metros que cedía. Empezaron a mirarse. Les atrapó Bizkarra, animoso, sin complejos. Les atacó soñando con una victoria histórica para el Euskaltel. Yates dejó de mirar a sus rivales y salió a por él. En eso, llegó Champoussin. Hizo lo mismo que Bizkarra: rezar para que los favoritos se miraran. Y él sí tuvo suerte. La justa para agarrar con las dos manos y sus guantes una etapa eléctrica. A unos metros entró Roglic, feliz. Dueño de la carrera y con sus primeras palabras en español: «Cerveza, dos más, ja, ja». Enric Mas le seguía. Cuando le dijeron que su compañero López se había retirado, preguntó: «¿Se ha caído?». No. Sufrió un apagón. Dicen que no es fácil darse de baja de una compañía telefónica. 'Superman' lo hizo en un santiamén.
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