El Tour se abrasa hoy en Nimes
Las altas temperaturas marcan la decimosexta etapa, hecha para los velocistas
Las televisiones francesas alarman en los informativos. Que viene la 'canicule'. El calor tórrido. Este lunes, jornada de descanso en el Tour, el termómetro ... rondó los 40 grados. Nimes buscaba sombra bajo el sonido de la chicharra. Algunos ciclistas ni salieron del hotel. Este martes tendrán que hacerlo para disputar la decimosexta etapa bajo un calor que, según el pronóstico meteorológico, irá en aumento. La sensación térmica a mediodía sobre el asfalto hará sentirse a los corredores sobre una sartén.
Tienen un consuelo. Es una etapa llana de 177 kilómetros y no tendrán que cambiar de hotel. Parte de Nimes y en esta ciudad romana termina. Presumiblemente, al sprint. Aunque hay un peligro: el viento. Con tanto calor no es probable que sople con fuerza, pero en una etapa similar en Mompelier, en 2016, los abanicos destrozaron el pelotón.
La jornada, destinada a los velocistas y a que los favoritos guarden fuerzas para los Alpes, dejará una de las imágenes de esta edición. La carrera transitará junto al Pont du Gard, una espectacular construcción que forma parte del acueducto romano que abastecía a Nimes en la época romana. Agua para calmar la sed de entonces y de hoy.
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