Tour de Francia en Vitoria
Opakua y Herrera para calentarPuesta a punto ·
El Uno X, Astana y Bardet ya entrenan en las carreteras alavesas, por las que el Tour rodará oficialmente el domingoLos ciclistas del Uno X sintieron ayer algo parecido a lo que espetaba sobre el cansancio el legendario entrenador del Baskonia, Dusko Ivanovic. «Si al ... sufrimiento le das sentido, es motivación, es placer». El martes llegaron por la noche al Hotel Lakua. Seis de ellos procedentes de Noruega, donde el domingo dominaron el campeonato nacional, y los dos restantes de Dinamarca. Y a las 9 de la mañana ya entraban en el camión cocina para desayunar y desfilar después hacia el pantano de Landa. Unos primeros kilómetros cómodos pero que no representan el terreno quebradizo de las etapas vascas.
El conjunto noruego, debutante en el Tour, lo sabe y dirigió a sus ciclistas a ascender Opakua y Azaceta para irse familiarizando con la orografía que les espera en esta 'Grand Départ' en Euskadi. A tenor del rostro de Alexander Kristoff, el corpulento sprinter de Stavanger, ganador de cuatro etapas de la ronda gala y poseedor de todo una Tour de Flandes y una Milán-San Remo en su palmarés, el ritmo de las subidas no fue del todo elevado.
A su regreso al hotel, atendieron a las peticiones de los aficionados presentes pasadas las dos de la tarde. Rasmus Tiller, Anthon Charmig y los prometedores Tobias Halland Johannessen y Søren Wærenskjold –quédense con sus nombres– hicieron las delicias de un joven seguidor que vestía una camiseta del Alavés, mientras que los miembros del staff regalaron varios botellines. Antes de ponerse a comer, posaron para una foto de familia. «Ya estamos aquí», publicaron en euskera. Son 24 miembros del personal logístico y los ocho ciclistas, aunque durante la prueba habrá trabajadores que entrarán y saldrán de la burbuja.
El otro equipo más madrugador de los nueve que se hospedan en Vitoria fue el Astana. Se aloja en el Gobeo Park y varios de sus ciclistas, como Luis León Sánchez o David de la Cruz, dieron un paseo. Hicieron tiempo para esperar a compañeros como Mark Cavendish, que aterrizó en Bilbao a media tarde, o Harold Tejada, que venía en coche desde Barcelona.
«Fuegos de artificio»
Aunque la jornada más frenética fue la de Romain Bardet. Nada más llegar desde Francia se ajustó las calas de las zapatillas y puso rumbo a los Montes de Vitoria. «Quiero hacer una buena general y, por qué no, aspirar al podio», confía. No sería la primera vez (segundo en 2017). Ni la segunda (tercero 2018). Después de repasar el recorrido vespertino con su director, se fue en solitario. En el Hotel Jardines de Uleta se quedaron varios de sus compañeros –algunos todavía estaban por llegar– y su director Matt Winston. «Espero fuegos de artificio desde estas etapas en el País Vasco», vaticina. Mientras, un par de mecánicos se entretuvieron con un bate de béisbol y una pelota de tenis.
Y del resto de ciclistas, poco rastro más. Para disgusto de varios seguidores colombianos, el Education First, de Uran, Chaves y Carapaz llegaron por la tarde, al igual que el Israel de Woods, que regresó al Lakua, al lugar en el que en la pasada Vuelta a España tuvo que despedirse de sus compañeros tras quedar conmocionado por una caída.
Todos ellos, así como el Movistar y el Groupama, rodarán entre hoy y mañana por las carreteras alavesas y aprovecharán para acabar de inspeccionar las dos primeras etapas. Hoy la jornada para Pogacar y sus compañeros serán los últimos 47 kilómetros del sábado subiendo El Vivero y la pared de Pike Bidea. Saldrán de su cuartel general de Mungia y se dirigirán hasta la zona final. El Soudal de Alaphilippe estuvo ayer por allí y su líder se marca en rojo el maillot amarillo. «Soy poco mosquetero ante Pogacar, Vingegaard y Van Aert, pero espero con ansias la primera etapa el sábado», confesó en declaraciones al Tour.
Duermen muy cerca de la meta bilbaína junto al Jumbo, que hoy, ya con Vingeggard, que llegó muy de noche, a primera hora, harán también la parte final, ya con su líder al frente. Planes muy parecidos tienen los integrantes del Ineos de Bernal, en el que solo algunos entrenaron ayer a su aire en la zona de Durana. Hoy, aprovecharán el desplazamiento obligado a BIlbao para la presentación de equipos para reconocer los 87 kilómetros finales del sábado.
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