Egan Bernal, durante la etapa. Reuters

El equipo Jumbo le quita el mando al Ineos de Bernal

La escuadra de Roglic se muestra más sólida y amenaza con romper el dominio que la formación británica ejerce desde 2012

Martes, 1 de septiembre 2020, 20:36

El equipo Jumbo-Visma odia el azar. Su ámbito de trabajo son los números. Cada ciclista es un montón de datos. Se trata de ordenarlos y sacar el máximo rendimiento. La escuadra holandesa no ha inventado nada. Ya lo hizo antes el Ineos, el antiguo Sky, que manda en el Tour desde 2012. La novedad de esta edición es que ahora, vistas las cuatro primeras etapas, el Jumbo parece más fuerte que su rival británico.

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Primoz Roglic cuadra bien en ese esquema. Cuida los detalles. Peso, nutrición, hidratación, aerodinámica, plan de entrenamientos... El confinamiento no alteró sus hábitos. Regresó a la competición en plena forma, tanto en el Tour de l'Ain como en el Dauphiné. El año pasado ganó la Vuelta a España. Mantuvo su nivel durante las tres semanas. Eso, el fondo, era su asignatura pendiente. Y, tras sacar matrícula de honor, se fijó como objetivo este Tour en el que ya es tercero de la general, a siete segundos de Alaphilippe y a tres de Adam Yates. Con la bonificación de este martes, el esloveno ha distanciado en diez segundos a Quintana, Bernal, Landa y Pinot.

Sus rivales confían en que se venga abajo en los Alpes, en el final del Tour. Para sostenerse, Roglic cuenta con el ahora mejor equipo, el Jumbo. Jon Iriberri es biomecánico de la escuadra holandesa y siempre destaca el aspecto psicológico. «Los compañeros de Roglic fueron a la pasada Vuelta convencidos de que la iban a ganar. Fueron a cumplir una misión», describe. Ahora es lo mismo.

El ejemplo de Van Aert

Basta ver cómo corre al mejor clasicómano de este reinicio de la temporada, el belga Wout van Aert. Es una estrella y cada día se dedica a cargar botellines, tragarse el viento y tirar del pelotón en beneficio de Roglic. Como hizo este martes en Orcieres-Merlettes. El Jumbo también tiene a un tipo duro como Tony Martin, capaz de parar la carrera si ve que hay peligro, como en la primera etapa. Gesink, Bennett y el extraordinario Kuss suben al abordaje las montañas. Y encima tienen a Dumoulin por si a Roglic le pasa algo.

Tras ocho años de dominio del Ineos, el Jumbo reclama el trono. Sin Froome ni Thomas, descartados, con Sivakov y Amador molidos por las caídas y con Carapaz rezagado, la formación británica ya no manda en el Tour pese a ser la de mayor presupuesto. Cuando la carrera se enciende, a Bernal sólo le quedan Castroviejo y Kwiatkowski. Además, el colombiano, ganador del Tour'19, arrastra molestias en la espalda. «Le veremos mejor en la tercera semana», avisa Castroviejo. Lo necesitará para derruir el bloque del Jumbo, que ha calcado, y quizá mejorado, su método.

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Con un respaldo así, Roglic se siente seguro pese a las heridas por el patinazo en el Dauphiné.este martes «Cada día mejoro. Es una buena señal para las semanas que vienen». El esloveno es determinado. No duda. Se siente blindado. «Hemos fichado a gente de un gran nivel, tenemos que mostrar que somos un gran equipo». En el Jumbo todos hablan en plural. Comparten misión: ganar el Tour.

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