Blanca Castillo

Tour de Francia 2023 en Vitoria

El cuartel general del Movistar en Vitoria: «Enric Mas puede bajar en chanclas y coger tomates de la huerta»

El equipo se aloja en un caserío cercano a la capital alavesa que no comparte con otros equipos y sus ciclistas comen en el imponente bus-cocina

Miércoles, 28 de junio 2023

Faltan cinco minutos para el rezo antiguo del Angelus. Son las 11.55 de la mañana cuando avanza lentamente por la angosta carretera una ballena azul sobre ruedas. Un vehículo mayestático en tono cobalto de imagen amedrentadora y rotulado sobriamente con el símbolo de Movistar. Todo el paisaje rinde tributo a los contrastes. La estampa inmensa del autobús donde desayunarán y cenarán a diario los ocho ciclistas -sólo ellos- de la compañía telefónica, la proximidad a vista cercana del polígono industrial de Jundiz, la vieja iglesia que siempre otorga identidad a los pueblos y el caserío que alberga el hotel El Coto, en Lermanda, tan a tiro de piedra de Vitoria que diríase un apéndice de la ciudad.

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El cuartel general, en ese híbrido de terminología que une los mundos castrense y deportivo al que otorgó carta de naturaleza José María García. El exmonarca de la radio nocturna con documental reciente en la plataforma televisiva, cómo no, de Movistar. El locutor de la voz aguda que gobernaba en sus días la Vuelta a España mediante el férreo puño de la dictadura informativa y el 'conmigo o contra mí'.

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Del enorme animal marino sostenido por neumáticos XXL desciende Tato, masajista del equipo y chófer de esa vivienda ambulante para todo. «Soy Ignacio Bernardino, pero dime Tato porque nadie me conoce por mi nombre». Charla con Laura Madinabeitia, administradora del establecimiento hostelero. Se tratan con la cordialidad, la confianza y la cercanía familiar que corresponden a un matrimonio de convivencia envidiable.

«Llevan ocho años viniendo aquí», declara la responsable de El Coto. El Tour tiene la deferencia, bien correspondida por las arcas públicas, de dar las primeras pedaladas este año en Euskadi y el celo de la magna organización es tal que envía personal «cada poco» para constatar que todo va sobre tubulares y despejar al arcén ciertos asombros.

«Muy meticuloso»

«El Tour es muy meticuloso», explica Laura. «Y le costaba entender que un equipo de la importancia del Movistar pidiera alojarse en un 'dos estrellas'. Al no disponer de ascensor -únicamente dos plantas- no recibe más calificación». Pero el conjunto navarro, así en argot topográfico cuando 'El Butano' se enemistó con Reynolds, no quiere otro hotel que el de Lermanda.

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«Valoran la discreción y el hecho de no compartirlo con otros conjuntos», añade la administradora. «Enric Mas -líder de la formación telefónica- puede bajar en chanclas con la tranquilidad de que no van a pedirle fotos ni autógrafos. Y puede coger peras, lechugas y tomates de la huerta de atrás».

Madinabeitia ejerce de anfitriona para mostrar las tripas y los exteriores de un local que incita a la introspección, la calma y la paz. Vigas de madera, piedra en las paredes, ambiente cálido y entorno agradable. Habitaciones aún desnudas de maletas al mediodía que recibirán a los corredores progresivamente -diversos horarios según las procedencias- con todo alineado a sus gustos.

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«Envidia» de restaurantes

Tato, un tipo simpático, ha llegado con el depósito de gasoil de la ballena canino y regresa a eso de la una para dejar el monstruo azul en una zona acotada del aparcamiento. Los ciclistas cenan esta noche en el comedor del hotel pero desde mañana mismo se alimentarán en el búnker motorizado. El Coto les procura los alimentos crudos y se preparan en la 'roulotte'. La mitad trasera, «una cocina que muchos restaurantes nos dicen que ya les gustaría tener». La delantera, el salón de las confidencias donde se nutren los protagonistas.

- Tenéis a Mas de líder.

- (Tato mira al suelo con el rictus de quienes bullen una ilusión por dentro) Sí, tenemos a Enric, que anda bien.

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