Kreuziger, en el Tinkoff, estuvo medio año sin competir y casi 12 meses bajo lupa hasta ser absuelto. Mikel Fraile

Roman Kreuziger e Ibai Salas tumbaron el pasaporte biológico que amenaza a Lazkano

El checo, que necesitó meses para justificar sus datos, y el vizcaíno, absuelto por la justicia, son los únicos casos que desmontaron la acusación de la UCI

Domingo, 2 de noviembre 2025, 00:20

La inhabilitación provisional de Oier Lazkano pone de manifiesto el pavor que desata la sombra del dopaje en el ciclismo. El fango de las trampas ... en el que durante años quedaron atascadas las bicicletas es ahora lodo con el que nadie quiere pringarse. El vitoriano, despedido por el Red Bull-Bora, puede sentir en estos momentos cómo cada corredor señalado por alguno de los organismos rectores se queda solo, sin el amparo de ningún equipo. Sólo de la justicia.

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Por su delicada situación han pasado decenas de ciclistas desde 2008, cuando se instauró el pasaporte biológico. Los años más putrefactos quedaban atrás con la considerada arma definitiva contra los dopados. Buscaba marcadores biológicos que presuntamente sólo pueden ser causados por el uso de prácticas prohibidas. Los indicios, las «anomalías inexplicables» que persiguen a Lazkano, pasaban a ser consideradas evidencias. La mayoría de ciclistas acusados por estas irregularidades en su perfil hematológico, sin dar positivo en ningún control, han sido sancionados o condenados a la retirada debido al largo proceso que supone tratar de desmontar la acusación de la Unión Ciclista Internacional. Aunque el dictamen de las autoridades locales de cada implicado no siempre es el mismo.

  1. Igor Astarloa (2009)

    De los primeros sancionados por anomalías en el pasaporte

El campeón del mundo del 2003 fue despedido por el Milram en 2008 por unos presuntos valores «anormales» en la sangre durante un control interno. El guipuzcoano llevó el caso a los tribunales y llegó a un acuerdo económico con el equipo. Volvió a competir con el Amica Chips en 2009. A los pocos meses, la UCI le incluyó entre los primeros cinco «sospechosos de prácticas dopantes» a través del pasaporte biológico. Se retiró. En diciembre de 2010 la UCI comunicó una suspensión de dos años y una multa de 35.000 euros. «Es absurdo que vengan ahora con esto, es como una persecución. Defenderse cuesta dinero y yo vivo ahora muy tranquilo», expuso.

  1. Pietro Caucchioli (2009)

    El primer ciclista en impugnar el mecanismo

El italiano decidió recurrir. Era un veterano escalador, ganador de dos etapas en el Giro 2001 y tercero en 2002, al que los grandes equipos no le dieron una oportunidad por las dudas que emitían los corredores transalpinos en aquella época. La UCI le acusó en 2009 por los resultados reflejados en el pasaporte y el Comité Olímpico Italiano le castigó al año siguiente con dos temporadas sin correr. El Tribunal Antidopaje del Deporte (TAS) rechazó su recurso y ratificó la sanción.

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  1. Franco Pellizzotti (2010)

    Absuelto en primera instancia y condenado después

Otro italiano bajo sospecha. La UCI le impidió tomar la salida del Giro de 2010 por una «variación anormal en la víspera del Tour de 2009», en el que fue el rey de la montaña. En primera instancia, el Comité Olímpico Italiano (CONI) retiró la sanción al ciclista de 32 años porque no se había «establecido una probabilidad suficientemente elevada de culpabilidad del acusado». El italiano exigió daños y prejuicios, pero el TAS decidió finalmente sancionarle con dos años y una multa de 115.000 euros. La resolución, junto con la de Caucchioli, se entendió como un triunfo para la UCI, que veía peligrar la credibilidad del pasaporte. Volvió a competir entre 2012 y 2018 y ahora acumula seis temporadas como director deportivo del Bahrein.

  1. Carlos Barredo (2012)

    Una defensa de su inocencia de más de seis años

El asturiano concluyó su carrera en 2012 al ser sancionado por la UCI por «aparente violación de las normas antidopaje». En 2018 afirmó en El Comercio que seguía luchando por defender su inocencia. «Lo pasé muy mal y estuve incluso en tratamiento psicológico, pero en mi entorno supieron encauzarme», contó. Trabaja como preparador físico del equipo de Alberto Contador (ahora llamado Polti VisitMalta) desde 2017.

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  1. Roman Kreuziger (2015)

    El exculpado con el proceso más parecido al de Lazkano

El checo, gregario de Contador, fue quinto en el Tour 2013. Antes de la edición del año siguiente, la UCI anunció unos análisis sospechosos de 2011 y 2012. El equipo no le alineó de forma preventiva. La suspensión llegó antes de La Vuelta, y poco más mes fue absuelto por el Comité Olímpico Checo, que creyó en sus justificaciones. Las variaciones hematológicas no se debían ni a la toma de EPO ni a transfusiones, sino a que sufría de hipotiroidismo, por lo que seguía un tratamiento. La UCI y la Agencia Mundial Antidopaje recurrieron al TAS, pero antes de la vista en junio de 2015, dieron marcha atrás. «Ante las nuevas informaciones... no tenemos base para seguir adelante».

  1. Ibai Salas (2018)

    La Audiencia Nacional exculpó en 2023 al ciclista sancionado en 2018

Su caso volvió a poner en tela de juicio la validez del pasaporte. La Agencia Española de Protección de la Salud castigó cuatro años al bilbaíno. Posteriormente el Tribunal de Arbitraje del Deporte en España (TAD) exoneró al ciclista, ya retirado, al considerar que el pasaporte biológico no era suficiente para concretar una sanción. La AMA recurrió al TAS, que indicó una alta probabilidad de dopaje por unos valores sin justificar, y a la justicia ordinaria española, para la que el pasaporte biológico «no goza de presunción de veracidad». «Vulneraría la presunción de inocencia», remitió. La Audiencia Nacional terminó de resolver en 2023 que «el resultado adverso en el pasaporte biológico no determina la comisión de la infracción, sino la probabilidad del consumo de una sustancia prohibida que debe ser determinada». Salas reclama 309.927 euros por daños y perjuicios.

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  1. Jaime Rosón (2018)

    Resignado a iniciar una nueva vida como policía

Con 26 años, el corredor zamorano recurrió una sanción de cuatro años al Tribunal de Estrasburgo. Alegó que no se ha podido demostrar ninguna irregularidad. Pero también decidió retirarse y entrar en la academia de Policía de Ávila. Mata el gusanillo de la bicicleta con las pruebas de gravel.

  1. Franck Bonnamour (2024)

    17 meses entre la sanción provisional y la definitiva

El último caso. La UCI le inhabilitó de forma provisional en marzo de 2024. El Decathlon le despidió y el francés se retiró en noviembre del pasado año al no poder sufragar los gastos de la defensa. «Es demasiado costoso». En agosto de 2025, se comunicaron los cuatro años de sanción que ahora amenazan a Oier Lazkano.

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