El reencuentro de Pogacar, Vingegaard y Evenepoel

Desde que cerró la temporada de clásicas, Pogacar se ha dedicado a recuperar fuerzas de ese exitoso primer bloque del año y a prepatarse en altura para el Tour. El esloveno ganó cuatro clásicas –Strade Bianche, Flecha Valona, Tour de Flandes y Lieja–, fue segundo en San Remo y Roubaix, y tercero en Amstel. Un palmarés brillante y un esfuerzo importante del que Pogacar confía en estar recuperado para su gran objetivo de la temporada, su cuarto Tour de Francia.

Tadej Pogacar se ha entrenado en Sierra Nevada y acude a una prueba con la que apenas tiene relación, ya que sólo corrió la edición de 2020, donde fue cuarto. Así que por delante tiene otro reto, ganar por vez primera una de las grandes citas del calendario por etapas.

La primavera de Jonas Vingegaard ha sido muy diferente a la de su rival. El danés empezó muy bien, ganando con autoridad la Volta al Algarve, pero se tuvo que retirar en la París-Niza por una caída que le provocó una conmoción cerebral en la sexta etapa. Desde entonces se ha dedicado a entrenar, con diferentes concentraciones en altura, con el punto de mira puesto en el Tour. Llega a la Dauphiné con tan sólo diez días de competición, pero Vingegaard confía en mostrar a partir del 5 de julio su mejor versión para ganar su tercera Grande Bouclé.

El tercero en discordia es un Evenepoel que empezó muy tarde la temporada por culpa de un grave accidente que sufrió en diciembre cuando entrenaba y chocó contra la puerta de una furgoneta. Llegó a tiempo de ganar la Flecha Brabançona y dejarse ver en las clásicas de las Ardenas en busca de una puesta a punto que deberá confirmar desde hoy. Junto a ellos, otros hombres-Tour como son Carlos Rodríguez, Skjelmose, Mas o Gall estarán en la salida de una prueba que cuenta con una crono de 17 kilómetros y los finales en alto de Valmeinier 1800 el sábado y Plateau du Mont-Cenis el domingo como etapas decisivas.