El 'loco de los Pirineos' cumple 60
'Perico' Delgado revolucionó el ciclismo español en los años ochenta, ganó el Tour'88 y se convirtió en un ídolo que rejuvenece con la reemisión ahora de sus mejores etapas
Pedro Delgado es 'Perico', el genio que ganó el Tour de 1988 y pisó la huella que en París sólo habían dejado Bahamontes (1959) y ... Ocaña (1973). Hoy cumple 60 años confinado en su casa. Monta en el rodillo en días alternos para mantener el buen físico que conserva. Y se entretiene con la reemisión de sus mejores etapas que ahora hace 'Teledeporte'. Tanto tiempo después, se ve a través de la pantalla y se emociona como él emocionaba a la afición. Las sobremesas vuelven a ser suyas.
La historia ciclista de 'Perico' empezó a escribirse en el Tour del Porvenir de 1979. Tenía sólo 19 años, pero el suficiente descaro como para mirar cara a cara a los ciclistas rusos, dueños del pelotón amateur. «Nos metimos a saco con ellos», recuerda. Insumiso. Aquel Tour del Porvenir lo ganó un mito rojo, Soukhoroutchenkov, pero Delgado le pudo en la meta de Morzine. Destello inicial.
Unos meses después, el 17 de enero de 1980, la firma de papel de aluminio Reynolds presentó su primer equipo ciclista profesional. Manu Arrieta era masajista y no callaba. Venga a hablar de un tal Delgado, un chaval al que había conocido en la selección española. José Miguel Echávarri, el director, le llamó por teléfono al cuartel donde hacía la 'mili'. 'Perico' había engordado siete kilos. Daba igual. Le ofreció un contrato. Sólo faltaba por aclarar el sueldo. «Pon lo que quieras», retó el técnico. 'Perico' escribió un uno y seis ceros. Un millón de pesetas (seis mil euros), un tesoro. Lo valía. Ángel Arroyo y él revolucionaron el Tour en 1983. TVE se apuntó a la ronda gala. España se puso ante la pantalla. 'Perico' se convirtió en un ídolo cuando el público le vio bajando el Peyresourde con la cabeza casi rozando la rueda delantera. Valiente.
«Millar me sacaba más de un minuto en la cima y, como no podía darle más deprisa a los pedales, me vino a la cabeza la postura que le había visto a un ruso en mi época de amateur». Le bautizaron como el 'loco de los Pirineos'. Un personaje.
Llega tarde a la rampa
Suya es una de las anécdotas célebres del Tour: su despiste en el prólogo de Luxemburgo, en 1989. Portaba el dorsal 1 por haber ganado la edición anterior y llegó dos minutos y 40 segundos tarde a la rampa de salida. Se hundió y en tres días cedió más de 7 minutos. Luego esculpió una obra maestra con perfil de remontada. El triunfo final fue para Lemond, con aquellos 8 segundos históricos sobre Fignon, pero la carrera pudo haber sido de Delgado. Concluyó tercero en el podio, a sólo tres minutos y medio del americano. Es su sino, una biografía inesperada.
En 1985 Delgado se llevó una Vuelta a España que tenía perdida. La ronda estaba en manos del escocés Robert Millar. Pero todo era posible con 'Perico'. De hecho, ni siquiera atacó para dar un vuelco a la clasificación, sino para ser el primero en la etapa que pasaba por su casa. Y empezó un dominó de circunstancias a favor. El director de Millar en el Peugeot había estado de fiesta hasta la madrugada. Así que, ya en carrera, se acomodó en el asiento de atrás y se durmió.
Cuando se desató la alarma y 'radio Vuelta' comenzó a cantar las diferencias, en el coche del Peugeot reinó el desconcierto. Millar estaba solo en la sierra, sin gregarios y sin referencias. Vestido con su maillot del Orbea, 'Perico' alcanzó a Pepe Recio. El público empezó a soñar. Todos con 'Perico'. Y Recio se puso a colaborar. Así ganó el segoviano su primera Vuelta. Esa victoria anunció lo mejor, el triunfo en el Tour de 1988. La última noche en París, en la fiesta del 'Lido', las vedettes le reclamaron desde el escenario. Quiso subir a la tarima con el maillot amarillo, pero no lo encontró. Todos sospecharon de un camarero.
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