Sexta edición
La Karpy: Culto al ciclismo con rastrales en Artziniega200 cicloturistas se reunirán el domingo en una marcha que prohíbe las bicicletas fabricadas después de 1987
A Artziniega le sienta bien rememorar su pasado. Conserva a la perfección su casco histórico medieval, dispone desde hace 40 años de un museo etnográfico ... para preservar materiales vinculados a actividades tradicionales y reivindica el ciclismo clásico a través de la Karpy. La marcha cicloturista, que este domingo reúne a 200 participantes y sus acompañantes, es singular. Se completan 43 kilómetros con bicicletas antiguas, vintage. Están prohibidas las fabricadas después de 1987. Nada de cuadros de fibra de carbono o aluminio, ni frenos de disco o cambios automáticos. Priman los maillots clásicos, de lana, chichoneras y pedales con rastrales. Ciclismo marcha atrás.
Su origen viene de Italia. El periodista Giancarlo Brocci echaba en falta algo en la Toscana. Tenía pueblos bucólicos, viñedos y caminos de tierra compactos aptos para apasionados del ciclismo. En 1997 añadió la Gaiole in Chianti. En 2006 pasaría a denominarse L' Eroica, que llega a atraer a 15.000 personas. Una de ellas fue Álvaro Iturraspe, del club ciclista de Artziniega. Le picó el gusanillo y fue a la Histórica de Abejar (Soria), la pionera en España. Tan solo hay ocho más, como la RetroBike de Balmaseda. Sus compañeros le vieron en fotos y le pusieron el caramelo en la boca en la Navidad de 2016. Lo que en principio iba a ser una quedada informal de bicicletas antiguas se convirtió en una marcha al alza.
El Valle de Ayala tiene regusto de Karpy. La destilería de Amurrio, patrocinadora de un equipo ciclista histórico entre 1967 y 1972, no dudó en impulsar el proyecto. El gerente se quedó abrumado por la acogida de la primera edición celebrada en 2017. Participaron, entre otros, Mikel Landa, Ismael Lejarreta, Iñaki Gastón, Andoni Balboa, Txutxín Ibañez Loyo y Eulalio García. «Para el año que viene nos tenemos que involucrar más», les dijeron al club. Este 2024 cumple su sexta edición y jamás habían cubierto el cupo de inscritos tan rápido. En dos semanas, todo completo. Gente de toda España en lista de espera en una prueba que se rige por la gentileza y la colaboración de todo el pueblo.
La Karpy se corre con las piernas pero se organiza de corazón. La inscripción es gratuita, con lo que la ganancia es inexistente. Solo se pide un brick de leche para donar cientos de litros al Banco de Alimentos. La única condición indispensable es un comportamiento responsable. Bicis antiguas, pero casco obligatorio. Las chichoneras mejor para las fotos. La salida la darán los voluntarios con el corte de cinta a las 9:00 desde el Museo de Artziniega y la única prisa por llegar de vuelta es para comer. Espera una paellada en el frontón para más de 300 personas.
El colofón a un paseo sin ganador, pero cubierto como una prueba profesional. El coche escoba lo constituye un autobús con los acompañantes de los participantes, que en determinados puntos poblarán las cunetas para animar a los ciclistas. Da igual el estado de forma. El recorrido son 43 kilómetros sin grandes ondulaciones. Incluye avituallamientos copiosos y una visita a la destilería y museo del licor.
Exposición de bicis y feria
Uno de los debutarán en esta edición es David Martín. Este mecánico turolense dispone de una auténtica colección de más de cien bicis del siglo pasado y trasladará una pequeña parte hasta Artziniega. A partir de las 18:30 horas de hoy y hasta el domingo por la tarde, en el Museo Etnográfico se exhibirán la Royale Auvergne de 1920, la BH de los años 40, la Vitus 979 de Sean Kelly en el Kas o la Colnago Carbitubo de contrarreloj de Abraham Olano. Solo esta última está valorada en 7.000 euros. Joyas de dos ruedas.
La villa albergará mañana por la tarde la concentración de las bicis antiguas, amenizada con música en directo. Actúa 'The Karpy's', y se servirán Karpy Tonic. A empaparse de la cultura local. El domingo habrá una feria con 17 puestos. Se podrán comprar maillots retro, piezas de restauración, bidones, revistas y demás reliquias ciclistas. La organización compara el evento con una boda. Los participantes son los invitados y los habitantes del pueblo los novios. Una fiesta sin igual.
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