Vuelta al País Vasco | Etapa 3

Jonas Vingegaard pone orden en Hika

El muro de Hika encerraba buena parte de los secretos de esta Itzulia. Todos lo sabían, todos estaban preparados para esa cuesta de 300 metros y desniveles de hasta el 26%, pero Jonas Vingegaard tenía las claves para poner orden en esta extraña ronda vasca, donde cada segundo es decisivo. Lo fundamental era entrar en cabeza y subir a tope, tan sencillo pero tan difícil de ejecutar para sus rivales. Mientras él apostaba por la línea recta, Mikel Landa buscaba la salida del laberinto. Juanpe López ha cerrado a Buchmann, éste se ha abierto paso a empujones y Carapaz ha tenido que poner pie a tierra para evitar caer. Así que mientras el ganador del Tour volaba hacia la victoria con Enric Mas -los dos más listos de la clase- tras él, Mikel Landa ha encontrado por fin espacio para salir.

Su ascensión ha sido brillante, la más rápida, de hecho ha superado al balear del Movistar y ha recortado distancias sobre Vingegaard, pero le han sobrado dos segundos. Su gesto de contrariedad en meta ha sido rápido pero significativo. Después de los tres segundos que se llevó ayer camino de Leitza, hoy se ha visto con unas piernas que le hacen soñar en esta Itzulia. Landa es segundo a cinco segundos del líder y tiene a su favor esa estapa final, aunque Vingegaard tiene a su favor un equipo Jumbo que hará lo posible para controlar la carrera.

El ganador del Tour llevaba dos días escondido en el pelotón, pero hoy no ha desaprovechado el regalo, una cuesta ideal para él y en una jornada donde Jumbo ha trabajado a conciencia para controlar la carrera y dejarle perfectamente colocado para afrontar esos brutales 300 metros finales. En esa subida del barrio de Amasa, por donde Joan Manuel Serrat alumbró la canción Edurne allá en la década de los setenta cuando trabajó como aprendiz en la fábrica Sacem de Villabona, Vingegaard compuso la mejor melodía posible, la de la victoria y el liderato. Jumbo ya tiene la carrera donde quería. Ahora le tocará controlarla, pero no parece que las llegadas a Santurtzi y Amorebieta vayan a ser muy problemáticas. Todo apunta a una resolución en el encadenado de subidas y bajadas rumbo a Eibar del último día, aunque la formación amarilla ya sabe cuál es la rueda a vigilar.

Mikel Landa había mostrado su condición durante estos primeros meses de temporada, pero ha sido en su terreno, en la Itzulia, donde al de Murgia se le ve ambicioso y con el golpe de pedal de los buenos días. Sin la baza de Pello Bilbao, Landa ha asumido el protagonismo, se destató camino de Leitza para sumar la bonificación y hoy, en una llegada que a priori no le iba, ha sido capaz de recortar distancia respecto a Vingegaard tras ese inicio de subida caótico. Atacar de lejos y poner en jaque a Jumbo el último día será el mejor camino hacia lo más alto del podio de la Itzulia. En cuanto a Enric Mas, al balear se le ve disfrutar, se le nota ambicioso y cuenta con un equipo, el Movistar, que puede ser buen aliado de Landa y Barhain el sábado.

Antes de llegar a Hika, los corredores han tenido que afrontar un recorrido con cinco puertos por el interior de Gipuzkoa. Puro terreno de la Vuelta al País Vasco, con mil subidas y bajadas, curvas y más curvas donde se ha formado una escapada de mucho nivel. Hoy ha sido uno de esos días donde a los equipos más modestos les ha tocado sufrir porque en la fuga de seis corredores estaban ciclistas del nivel de Remy Cavagna, Zimmerman o Pierre Latour, los tres más fuertes y que más han aguandado el pulso con el pelotón. Pero atrás Jumbo no estaba hoy para bromas. El líder era Schelling, pero la formación de Jonas Vingegaard ha mostrado por vez primera en esta Itzulia sus credenciales, con un Jayco también presente jugando la baza de Simon Yates.

Education First ha movido ficha a 37 kilómetros de la llegada, nada más coronar Orendain. Juanma Garate avanzaba en la salida que habría movimientos y, buen conocedor de la zona, ha lanzado a sus corredores a tensar el pelotón en una zona sin respiro. Con Carapaz, Chaves y Urán, el técnico guipuzcoano tiene uno de los bloques más potentes de la carrera y tras dos días en la sombra, hoy ha pasado al primer plano para poner las cartas sobre la mesa de los candidatos a la Itzulia. Ha sido Chaves el elegido para moverse y en uno de esos repechos que no son puntuables pero hace el mismo daño o más que cualquiera, ha sacado unos metros.

Por detrás Landa se ha vuelto a mover, pero esta vez no ha sido como camino de Leitza, donde el grupo le dejó ir y se llevó tres segundos de bonificación. Juanpe López, Knox y Chaves han sido los que más han aguantado, pero mientras el andaluz se ha hecho un lío en el muro, Vingegaard ha sido el primero encontrar la salida del laberinto para ganar y ponerse de amarillo.

• Temas
• Ciclismo
• País Vasco
• Vuelta Ciclista al País Vasco