El médico que atendió al ciclista herido grave en la Itzulia: «Es la situación más comprometida que he vivido en carrera»
Tomás Rodríguez, anestesista en Basurto y médico en la Itzulia, fue el que atendió a Milan Vader, que sigue en coma y estable
El ciclismo es un deporte de riesgo. Cada vez más. El viernes, entre Natxitua y Bedarona, la emisora interna de la quinta etapa de la ... Itzulia gritó la palabra que más asusta: «¡Caída!». Varios ciclistas rodaron por el suelo en una recta entre dos curvas de un descenso. A toda velocidad. El neerlandés Milan Vader salió despedido por encima del quitamiedos hacia una campa. Tuvo mala suerte al verse implicado en ese tropiezo. Y tuvo la fortuna de que el médico que corrió a atenderle, Tomás Rodríguez, es anestesista. Su trabajo diario es la reanimación, dormir pacientes, intubarlos y traerlos de regreso. «Llevo nueve Vueltas a España y seis Itzulias, y esta es la situación más comprometida que he tenido», señala Rodríguez, jefe de la sección de Cirugía Cardiaca del Hospital de Basurto. El corredor del equipo Jumbo sigue en coma inducido y estable ingresado en el Hospital de Cruces.
Tomás Rodríguez, Mikel Martínez, José Ignacio Lara y Luis Ortiz de Bigón forman el equipo médico de la ronda vasca. Tienen muchas carreras en su currículo. Y experiencia en esos instantes vitales en que la vida de un corredor puede estar en peligro. Los médicos del ciclismo siempre están en situación de urgencia. «Cuando paramos por esa caída, veo un corredor del Intermarché sentado en el guardarraíl. Le estoy atendiendo y en ese momento me dicen que hay otro tirado en la campa. Me asomo y le veo», relata Rodríguez. Era Milan Vader. «Cuando llegamos está inconsciente. Le protegemos la vía aérea y empieza a recuperar la consciencia. Comienza a hablar. Se quejaba. Nos decía que le dolía. Había que sacarle de allí, inmovilizarle el cuello y subirle a una tabla de traslado. Estábamos a unos veinte metros de la carretera».
Momento crítico
El médico detectó la gravedad. «Lo primero que pensé fue en trasladarle en helicóptero por el traumatismo torácico, pero cuando le empezamos a mover recuperó a consciencia», describe. Eso rebajó la tensión. «Vimos que tenía un traumatismo craneoencefálico y torácico y decidimos trasladarlo a Cruces en ambulancia». Ahí se produjo un momento crítico: «Durante el traslado, cuando ya está monitorizado, sigue quejándose del dolor y nos dice que le cuesta respirar. En ese momento las constantes vitales están bien al igual que la saturación de oxígeno. Pero luego empezó a bajarle la saturación». Además de costillas y vértebras rotas, las dos arterias carótidas que surten de oxígeno al cerebro estaban afectadas. Hay riesgo de daños neuronales.
La velocidad de actuación es clave. «En ese instante le decimos a la ambulancia que pare, que hay que dormirle e intubarle. Comenzamos con la ventilación asistida hasta el hospital de Cruces. Le estabilizamos». Rodríguez y su equipo vieron la gravedad del traumatismo torácico, con probable neumotórax. «Incluso pensamos en si había que ponerle un drenaje torácico en la ambulancia. Pero como se encontraba estable, esperamos a llegar al hospital», donde ya se le hizo un escáner y más pruebas.
Milan Vader, de 26 años, es un especialista en mountain bike -fue décimo en los Juegos de Tokio- y ha sido campeón nacional de ciclocross. Disputa su primera temporada como ciclista profesional de carretera. Y en esta Itzulia su trabajo era ayudar a Primoz Roglic y Jonas Vingegaard. Ingresado en el Hospital de Cruces, está intubado, con ventilación mecánica, sedado y pendiente de evolución a nivel neurológico. Como recuperó la consciencia tras el impacto, los médicos son optimistas en cuanto a posibles daños neuronales. Le espera un largo periodo de rehabilitación por el traumatismo torácico y la fuerte contusión pulmonar, además de las fracturas óseas que sufre. Un médico del Jumbo y familiares que han venido desde Holanda ya están con él.
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