Groves gana en el caos de Nápoles

El reguero de caídos era numeroso. Ante esta circunstacia, los pesos pesados del pelotón han mandado parar. Mientras las ambulancias atendían a los heridos, varios corredores se reintegraban al grupo. Se lamían las heridas. Por delante había dos escapados. Ante su sorpresa, Enzo Paleni y Taco Van der Hoorn, tuvieron que echar pie a suelo. No sabían qué ocurría. La carrera se había neutralizado. Los ciclistas recorrieron unos 10 kilómetros así hasta que se reanudó la prueba. A los fugados se les ha dado 50 segundos. Después ha partido el pelotón. Y no ha habido tregua. Pelotón enfilado a gran velocidad. Sin embargo, y para no correr mayores riesgos, la organización ha estimado necesario que no se tomen los tiempos en la meta de cara a la clasificación general.

De esta forma, solo los más atrevidos se la han jugado en Nápoles. Ni siquiera Mads Pedersen, maglia rosa y ganador de tres etapas en esta ronda, ha levantado al pie y se ha ido a una grupeta trasera. No convenía arriesgar más de la cuenta en Nápoles. Mientras, los escapados luchaban contra el grupo, que recortaba distancia. A falta de 5 kilómetros tenían un amrgen de 22 segundos. Muy poco. El pelotón nunca perdona. Esta vez tampoco. Han sido engullidos.

En Nápoles el asfalto estaba prácticamente seco. Un puñado de corredores se han jugado la etapa. Antes del sprint ha saltado Van Aert, que ha conseguido unos metros que no han sido suficientes. En el caos de la llegada se ha impuesto Kaden Groves, del Alpecin, que han trabajado a destajo durante los últimos metros.