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Mikel Landa pasará la noche ingresado en el hospital de Tirana (Albania). La octava participación del ciclista alavés en el Giro de Italia ha concluido ... con una durísima caída de la que aún se desconoce la gravedad de sus consecuencias. Por el momento, las primeras pruebas revelan «una fractura estable de la vértebra Th 11». «Esto le obligará a permanecer en posición decúbito prono (boca bajo) durante un período prolongado», informa su equipo.
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Los médicos le someterán a un análisis más exhaustivo en la jornada de este sábado para ver si tiene más lesiones. Será entonces cuando, junto al equipo, elaborarán un plan para que el corredor de Murguía regrese a casa, descanse y pueda conocer los plazos de una recuperación que le llevará varios meses de inactividad. No podrá ayudar a Evenepoel en el Tour y casi dice adiós a la temporada en la que cumplirá 36 años.
𝗡𝗢 𝗣𝗨𝗘𝗗𝗘 𝗦𝗘𝗥 😨😨😨
— Eurosport.es (@Eurosport_ES) May 9, 2025
Caída durísima de Mikel Landa cuando tan solo quedaban 5 kilómetros para el final de la etapa
Pinta feo, muy feo 🙏#GirodItalia pic.twitter.com/XZJQIEvBSu
La caída legó a falta de 5 kilómetros del final de la primera etapa. En la segunda bajada del puerto de Surrel, dificultad montañosa en la que cedieron la mayoría de 'sprinters' y bastantes escaladores, el corredor del Soudal Quick-Step perdió el control de su bicicleta tras una curva a izquierdas. En la imagen de televisión apareció fuera de la carretera. Landa se quedó unos metros más allá de la calzada, en un pequeño desnivel de la acera, mientras la bicicleta yacía en la carretera y provocaba que Bouchard (también ha abandonado) y Jay Vine también se fueran al suelo.
Mikel Landa abandona en camilla tras su dura caída.#Giroditalia pic.twitter.com/z9Prb3XzXa
— Eurosport.es (@Eurosport_ES) May 9, 2025
Pero el peor parado ha sido el de Murguía. Al instante, el ciclista alavés ha intentado levantarse. No podía. Mostraba evidentes gestos de dolor, sobre todo en la zona del brazo y el hombro derechos. Tenía que ser retirado de la zona en camilla, totalemente inmovilizado, a la hora de entrar en la ambulancia ante el aplauso de los espectadores ubicados en la zona de la curva maldita.
Una grave lesión se añade al historial de amor y odio de Mikel Landa con el Giro de Italia. La carrera que más le ha dado, en la que se destapó en 2015 con podio y dos victorias de etapa, pero también la que más sinsabores le ha costado. Como en 2017, cuando se estrelló contra una motocicleta policial mal estacionada de camino al Blockhaus. O en el año 2021, cuando en la quinta etapa sufrió la caída más dura de su trayectoria profesional. De la que más le costó recuperarse. Se partió cuatro costillas y perdió capacidad respiratoria; el fuelle del diafragma no iba.
En 2022 pudo resarcirse. Volvió a ocupar la tercera posición. Un podio con el que soñaba también en este 2025. Aunque lo que más echa en falta es volver a ganar una etapa. Se había preparado a conciencia, con tres concentraciones en altura desde diciembre, y sacrificando la Itzulia para llegar al Giro en perfectas condiciones. Así lo sentía hasta llegar a la maldita curva a izquierdas. «Nuestro ciclista ha sido trasladado al hospital para realizarle pruebas tras el accidente que acabó con sus sueños en el Giro», informa el equipo.
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