Doce horas sobre la bicicleta por una buena causa
Igor Antón recauda más de 3.000 euros para la DYA tras completar los 325 kilómetros que unen las tres capitales vascas
Con un grupo de cicloturistas, Igor Antón partió ayer de madrugada desde Galdakao para completar el 'Reto 3 Capitales Vascas'. Tras 325 kilómetros y algo ... menos de doce horas de pedaleo, el exprofesional y su pelotón regresaron a la localidad vizcaína, donde fueron recibidos por un centenar de niños de su escuela ciclista. Entre todos habían recaudado «3.360 euros» para la DYA. De eso se trataba. «Es un reconocimiento a su trabajo altruista, sobre todo en estos tiempos de pandemia», destacó Antón, que, con una cerveza en la mano tras el esfuerzo, asegura «disfrutar más» de eventos así que de las carreras cuando era ciclista.
El 21 de junio de 2019 recorrió con un grupo de amigos las cuatro esquinas de Bizkaia y sumó más de 400 kilómetros para recaudar fondos destinados a niños con déficit de merosina. Ayer, con compañeros de viaje como el ultramaratoniano Julián Sanz, unió San Sebastián, Vitoria y Bilbao. El reto surgió como una iniciativa de la Galdakao Txirrindulari Elkarte Gela para resaltar en el trabajo de la DYA, que tiene una delegación y una ambulancia en esta localidad.
«Lo más bonito del reto ha sido ver la cara de ilusión de los 'txikis' al entrar en Galdakao
escuela ciclista
El pelotón subió Areitio, bajó a Elgoibar y tras coronar Itziar pasó por Zarautz antes de llegar a San Sebastián, a la altura del kilómetro 110. «Ahí nos hemos equivocado en algún cruce y en lugar de estar diez minutos para pasar la ciudad hemos estado casi veinticinco, ja, ja», apunta. Aun así, la velocidad media al final fue de 27 kilómetros por hora. «Bueno, pero el recorrido no es tan duro. Tiene unos 2.500 metros de desnivel acumulado», apunta el escalador de Galdakao, vencedor en la cima del Zoncolan, en el Giro de Italia 2011.
El grupo tiró después hacia Tolosa y Beasain, y coronó Otzaurte. Ahí hubo un pequeño problema. Uno de los cicloturistas se sintió indispuesto. «Para eso estamos los demás, para ayudar. Le ha dado la vuelta al cuerpo y se ha recuperado», comenta Antón. Solventado el incidente, la comitiva dejó atrás Alsasua y Salvatierra, y entró en Vitoria, en el kilómetro 237. Desde allí, por Murgia, Orozko y Ugao, la postal de Bilbao llegó a la altura del kilómetro 312.
«En Otxaurte, uno de los cicloturistas se sintió indispuesto y todos le ayudamos»
solidaridad
La estación final aguardaba en Galdakao, donde los chavales de la escuela ciclista llevaban un rato jugando. Salieron a recibir a los cicloturistas y todos juntos entraron en la localidad natal del excorredor del Euskaltel-Euskadi. La meta. «Ha sido lo más bonito. Ver la cara de ilusión de los 'txikis'. Estaba uno que va con mi hija a clase. Tiene cuatro años», destaca Antón.
Con otra iniciativa solidaria cumplida, el deportista vizcaíno se plantea ya nuevos desafíos. Inquieto. No para. Esté empeñado en reforzar la estructura de la escuela ciclista de Galdakao. «Ya estamos hablando para sacar adelante un circuito en el pueblo», adelanta. Antón quiere devolverle al ciclismo lo que este deporte le ha dado. Para que salga otro vencedor de etapas en la Vuelta y el Giro hay que sembrar. A eso se dedica ahora.
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