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La Lieja-Bastoña-Lieja femenina vivió un momento insólito durante la carrera. A falta de 32 kilómetros de la meta, justo después de la mítica ascensión a La Redoute, un espontáneo se coló en carrera con su bicicleta. Vestido con el maillot blanco del UAE Team Emirates, se colocó a rueda de la líder de la carrera en ese momento, Pauliena Rooijakkers. El hombre estuvo varios metros junto a la corredora, hasta que finalmente un comisario de carrera, a bordo de una moto, consiguió apartarlo del recorrido.
Las reacciones a este incidente fueron contundentes. «Siempre hay algún imbécil que tiene que ser gracioso. ¡Menudo imbécil!», escribió el ciclista Tim Bonville-Ginn, que ejerce como comentarista en BlueSky. El intruso fue tildado también como «completo idiota».
En Eurosport España, las comentaristas Laura Álvarez y Dori Ruano no ocultaron su estupor al ver la escena. Esto es una falta de respeto total hacia las corredoras«, dijeron durante la retransmisión.
Este episodio volvió a poner sobre la mesa el debate de la seguridad en el ciclismo. Los corredores quieren que los aficionados estén junto a ellos, sentirles cerca en las cunetas, pero siempre con respeto hacia ellos. Hace dos semanas, un hombre lanzó a la cara un botellín a Mathieu van der Poel durante la París - Roubaix. Tras ese incidente el varón se entregó y alegó que estaba en estado de embriaguez.
«Es una cuestión de respeto y de profesionalidad. No puede ser que sigamos viendo estas situaciones en carreras WorldTour», apuntan aficionados.
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