Xavi Rabaseda ya es del Bilbao Basket
El alero, que acaba de desvincularse del Burgos, aportará físico, experiencia y defensa a los hombres de negro
Xavi Rabaseda se enamoró pronto del balón naranja. Lo hizo con la camiseta del Unió Esportiva Ripoll, equipo de su localidad natal, donde dio sus primeros botes y encestó canastas que le permitieron irse al Barcelona con apenas 13 años. Allí, en el Can Barça, empezó una historia que le llevó a lo más alto, le permitió ganar títulos y hasta le convirtió en el campeón del mundo. Físico y explosivo, con la experiencia que le dan sus 33 años y 410 partidos en la ACB, el alero acaba de desvincularse del Burgos para ponerse la piel de los hombres de negro. Jugará en el Bilbao Basket durante la próxima temporada y de esta manera completa el puesto de tres, en el que coincidirá con Álex Reyes. Dos perfiles totalmente diferentes –el catalán es potencia, músculo, salto y defensa, y el extremeño es un tirador de larga distancia– que deben encajar bajo la supervisión de Jaume Ponsarnau.
Hace semanas que el Surne tenía apalabrado a Rabaseda, su visto bueno, pero el jugador tenía que resolver su compromiso con el descendido Burgos –no fue sencillo– antes de estampar su firma en el contrato con la franquicia de Miribilla. «Ha llegado el momento de despedirme. Nuestros caminos se separan antes de lo que teníamos previsto», anunció el alero el pasado lunes mediante sus redes sociales. A partir de ahí, solo quedaba formalizar su unión con el Bilbao Basket. Ya es un hecho. Se trata del quinto refuerzo confirmado por el club vizcaíno tras los de Nikola Radicevic, Francis Alonso, Ignacio Rosa y Michale Kyser, aunque el regreso de Emir Sulejmanovic también está asegurado y será oficializado en los próximos días. El caso es que Rabaseda viene para dar empaque, solidez y consistencia al baloncesto del equipo, confeccionado por diferentes perfiles que tendrán que conformar un bloque.
El Surne, su sexto equipo ACB
A Rabaseda no se le caen los puntos de los bolsillos. Que nadie espere una metralleta, un tipo que deja olor a pólvora a su paso. Ese es el aroma de la gente como Hakanson, Goudelock, Francis Alonso y Reyes, mientras que el del catalán es una mezcla de trabajo, sacrificio, actitud defensiva y físico, incluso por encima del aro si hace falta. En el año del descenso del Burgos, un drama deportivo en la ciudad, el alero promedió 4,3 puntos en la ACB y 4,9 en la Basketball Champions League, pero en los rebotes estaba en 4,4 en la Liga Endesa. Jugador de equipo, el catalán está para lo que se le necesita y es muy de agrado de Ponsarnau, quien desde el minuto uno quiso verle vestido de negro. La petición fue atendida y la dirección deportiva con Rafa Pueyo a la cabeza fue a por el de Ripoll, quien terminó dando el sí a los de Miribilla.
A Rabaseda le salieron los dientes en La Masía, donde empezó a formarse en serio y llenó sus vitrinas de títulos. Ganó dos ACB, una Copa y una Supercopa con el Barcelona, otra Supercopa con el Gran Canaria y una Champions League y una Intercontinental con el Burgos. Formó además parte de la selección española que se coronó campeona del mundo en China en 2019, en un campeonato en el que disputó cuatro partidos. Siempre discreto, vestido con ropa de trabajo, su baloncesto está al servicio del grupo. Así ha conseguido ganar y alcanzar los 410 partidos en la Liga Endesa con cinco camisetas: las del Barça, Fuenlabrada, Estudiantes, Gran Canaria y Burgos. La del Bilbao Basket será la sexta y la sudará como si le fuera la vida en ello. Es lo que hacen los jugadores de equipo.