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Fundido a negro. Un horroroso tercer cuarto del Lointek Gernika en Magariños hizo trizas las posibilidades de plantar cara al Estudiantes. En la primera jornada ... de la segunda vuelta y ante un rival directo en la lucha por estar en el play-off por el título, las vizcaínas desaparecieron del partido tras el regreso de los vestuarios y se volvieron para casa de vacío. Conviene que no queden empatadas al final de la fase regular porque las entrenadas por Nacho Martínez tienen el average a favor tras las dos victorias que han cosechado frente a las granate.
Después de conseguir el objetivo de la Copa, las dirigidas por Lucas Fernández querían ratificar la progresiva mejora mostrada en el transcurso de la primera vuelta para seguir mirando hacia arriba. Pero necesitan bastante más consistencia de juego y mental para conseguirlo, sobre todo ante rivales que acumulan más experiencia en sus plantillas y tiran de regularidad y solidez para desgastar a las que tienen enfrente.
Las gernikarras lograron rehacerse del primer golpe del Estudiantes en el cuarto inicial y ofrecieron síntomas para la esperanza en el segundo. Pero el mazazo anímico y de juego que encajaron en el tercer acto hizo que la victoria supusiera ya una quimera, aunque ganaran por la mínima el último.
Las locales tenían la lección bien aprendida y pusieron las bases para que las visitantes tuvieran que jugar sus ataques en estático en el arranque. La sequía de triples que acusan las gernikarras hizo que buscaran los balones interiores y sus jugadoras estuvieron poca acertadas bajo el aro. De esta forma, las anfitrionas abrieron un hueco de diez puntos en el luminoso porque mostraron más recursos en ataque con un baloncesto más rápido.
Sin embargo, el Lointek Gernika se recompuso de forma inmediata en el segundo cuarto. Aunque siguieron las pérdidas por malos pases de las exteriores, consiguieron que las madrileñas estuvieran casi cuatro minutos sin anotar porque su defensa dio un paso al frente y colapso la zona. Un parcial de 0-10 en el que las granate recuperaron parte de sus señas de identidad les permitieron empatar el choque, aunque nunca llegaron a ponerse por delante porque Salvadores fue más protagonista de lo que les gustaría y Whittle y Alonso de Armiño acudieron al rescate. A pesar de todo, las vizcaínas llegaron al descanso cuatro abajo tras mejorar sus porcentajes de lanzamiento de dos.
Tras el descanso todo se les torció. Las pérdidas siguieron, la falta de ideas en ataque fue evidente y la presión de ver cómo todo se torcía les pasó mucha factura. Estudiantes engrasó su maquinaria ante las facilidades que les dieron para conseguir un 17-0 de parcial. Hubo que esperar a los últimos 49 segundos para ver el primer punto de Ariztimuño en un tiro libre y una canasta tras lanzamiento de Buenavida. Con el encuentro roto y una desventaja de veinte puntos acometieron el último acto en el que dieron la cara a pesar de ser conscientes de que no había tiempo para cambiar la situación.
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