El Efes, otra vez campeón de Europa, deja al Madrid sin undécima
La determinante actuación de Pleiss permite al Efes reeditar su corona europea en una final de altísimo voltaje defensivo
El continente entero conoce que el Anadolu Efes paga suculentas nóminas al dúo dinámico y letal menos contenible de toda su geografía. De hecho, el ... equipo turco reeditó ayer la corona europea de los grandes peseos que ya estrenó hace un año entre sus sienes porque la parejita Micic-Larkin (23 de los 29 puntos del colectivo hasta el descanso) sostuvo durante el primer tiempo a un equipo acogotado por la ferocidad defensiva de un Real Madrid absolutamente comprometido atrás. Pero fue Tibor Pleis, el longitudinal pívot exbaskonista de muñeca delicada, quien terminó por impedir otra muesca de gloria para la Casa Blanca. Sus 19 puntos en una final de marcador exiguo (58-59) explican en buena parte el desenlace en el filo de un combate por tierra y aire.
Cierto que cualquiera de los dos contendientes pudo alzar el trofeo, más teniendo en cuenta que el Madrid amenazó con fugarse -nueve puntos de renta en un duelo encarnizado suena a botín- en el ecuador del tercer cuarto. Y, sin embargo, lo hizo el cuadro de la pareja diabólica. Según los rivales, se entiende. Y no a favor del bloque que alinea al pívot más determinante de la competición. Porque a Tavares le bastó un solo acto, el inicial, para certificar números (12 puntos y 8 rebotes) que otros postes firman en un partido completo.
El caboverdiano se tomó la cita como el pretexto ideal para dictar las normas de su gobierno abslutista a ambos lados de la cancha. Escudándole, unos compañeros que mostraban en cada empeño defensivo la misión que guía a los visionarios. Sólo que, y pese a la buena labor de Poirier, el Efes aprovechó el descanso del gigante merengue para encomendar a su imponente batería exterior la tarea de coserse al encuentro. Mediante penetraciones con escorzo, a aro pasado y remate de rosca a cargo de Micic o encontrando rendijas inauditas en el caso del también exbaskonista Larkin. Licencias más difíciles de tomar cuando Tavares ejerce de severo agente de seguridad en las inmediaciones de los aros.
Muriendo en el triple
La fiereza defensiva de ambos grupos resultaba tan descomunal que a la visión nerviosa del duelo le acompañaban las interjecciones propias de la zozobra. Esos respingos guturales con cada línea de pase ensuciada, en los rebotes encarnizados por los que se peleaban los protagonistas como si en los numerosos rechace les fuera la vida... Como consecuencia de tantas carreteras cortadas para acceder a las cercanías de los tableros, las manos rápidas y el sobremarcaje también en el perímetro ambos finalistas consumían posesiones y reparaban en el triple como forma desesperada de arrojar la pelota en el vano intento de nutrir un tanteador famélico.
Y en ese concurso de triples forzosos malvivió el Real casi toda la tarde. Seis pobres aciertos de 33 intentos, un raquítico 18%, sólo levemente mejorado desde el bando rival. Y la sensación de que encarar la avenida donde la organización cuelga la pancarta de meta codo a hombro con el cuadro de Estambul suena a negocio ruinoso. Porque la mera presencia de Larkin (agotó su pólvora en la primera mitad) y de Micic, el mejor jugador de la edición anterior, asustan lo suyo.
Y entonces surgió de entre la bruma ese Pleiss que con su muy notable segundo tiempo dejó que el balón tan esquivo durante todo el compromiso definitivo rodara por el alero turco de nuevo hasta las manos del Efes. El equipo de Estambul se las arregla para caer de pie desde alturas vertiginosas. Alma de gato debe de haber en su interior para vencer al Olympiacos con un triple sin ya posibilidad de réplica y derrotar a un Real Madrid concienzudo, desacertado y serio. Finalista Anadolu en Vitoria, campeón hace un año y de nuevo en Belgrado. Más madera para la inflada autoestima de Ergin Ataman.
Real Madrid
Abalde (2), Hanga (5), Deck (5), Yabusele (3) y Tavares (14); Llull (9), Causeur (3), Rudy (2), Poirier (5), Taylor (3) y Randolph (6).
57
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58
Anadolu Efes
Larkin (10), Micic (23), Andersn, Moerman y Pleiss (19); Singleton (4), Bryant, Beabois y Dunston (2).
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Parciales: 15-14, 19-15, 8-11 y 15-18
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Árbitros: Lamonica, Ryzhyk y Vilius
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Incidencias: Lleno en el Stark Arena
El Barça se adjudica una medalla de bronce muy amarga
El Barcelona, mejor equipo de la fase regular de la Euroliga y firme candidato al título, hubo de conformarse ayer con una medalla de bronce muy amarga. Los discípulos del decepcionado Jasikevicius tras la ajustada derrota ante el Real Madrid se impusieron al Olympiacos por 84-74 en el duelo por el tercer puesto. Una vez más, Mirotic, jugador más valioso del torneo, lideró al Barça tras su excelente semifinal. El hispanomontenegrino anotó ayer 19 puntos y se sintió bien respaldado por el pívot turco Sanli (16) y el cerebral base Calathes, firmante de trece asistencias.
El rival griego, último en la F4 de la capital serbia, ganó sin embargo la cita en las gradas con su entregada afición. El bloque de Bartzokas mostró un nivel superior al del Anadolu el jueves hasta el descanso, pero cayó por el triple postrero de Micic. Ayer los seguidores rindieron homenaje a Printezis, una leyenda que se retira, tras un encuentro en el que sobresalieron Vezenkov (20 puntos) y Sloukas (14).
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