España, a por el impulso definitivo hacia las medallas ante el prodigio de Markkanen

En plena reconversión por la ausencia de Ricky Rubio y la caducidad de una generación excelsa, la España de los siete debutantes en un gran torneo se mide hoy en Berlín a una sorprendente Finlandia (17.15 horas, Cuatro) por un puesto en las semifinales. La que sería la undécima consecutiva en el lado español. La victoria ante los bálticos devuelve a los de Scariolo la condición de rival temible. Ya no tanto por la calidad individual de sus jugadores, si no por la fortaleza de un grupo que mantiene lo que se conoce como carácter ganador. Con una línea de solidez y confianza creciente y un último golpe de autoridad ante Lituania con la que olvidó por completo la versión mustia de su preocupante derrota contra Bélgica en la fase de grupos.

El combinado nacional ha endurecido su baloncesto en los últimos dos duelos hasta ganarse una buena porción de credibilidad. La agresividad defensiva marca de la casa es su mejor aval de cara a unos cuartos de final en los que se topa con un gigante. Lauri Markkanen no tiene el pedigrí de Jokic, Doncic o Antetokounmpo. Su papel en la NBA es secundario, pero su rendimiento en el baloncesto FIBA es digno merecedor de un candidato al MVP. Ya avisió de lo que era capaz en el Eurobasket de 2017 y lo está refrendando ahora cinco años después convertido en flamante ala-pívot de unos Utah Jazz en plena reconstrucción.

213 centímetros de físico definido, propenso para el contacto, y apto para jugar desde cualquier posición de la cancha. Markkanen es un jugador diferencial en Europa. Muy eficaz de cara al aro, con esa virtud de encestar hasta posiciones extremadamente forzadas, inteligente y por momentos imparable. Croacia da buena cuenta de ello. Eliminados con un buen elenco de estrellas después de que el finés anotara 43 puntos en su duelo de octavos de final. Antes, le hizo 34 a la República Checa. Promedia promedia 27,8 puntos y 7,7 rebotes en lo que va de torneo, con más del 40% de acierto desde el el triple, con una mecánica veloz y académica pese a su envergadura.

«La estrella de dimensión mundial», como le definió ayer Scariolo, lidera a una Finlandia de juego muy vistoso y moderno, con posesiones cortas y tiros de larga distancia en transición (202 triples intentados, 79 con acierto), el estilo que más favorece a exteriores como Salin o Maxhuni. Mitigan su debilidad interior con cinco tiradores abiertos y una circulación de balón vertiginosa. Evitar las distracciones y la defensa de Garuba y Juancho sobre el tercer máximo anotador del torneo continental marcarán el destino de esta España en constante reivindicación.