Asier García, el conductor del juego del Bidaideak. Pankra Nieto

El Bidaideak se hace grande en la Champions

Gana (82-46) al Merkezi turco en Txurdinaga y se clasifica junto al Lahn-Dill para los cuartos de final, del 12 al 15 de marzo

Sábado, 1 de febrero 2020, 19:39

Durante dos días ha saltado metralla en la cancha del polideportivo de Txurdinaga. El baloncesto en silla de ruedas es puro dinamismo. Sillas eléctricas. Baloncesto de altura. El Bidaideak Bilbao BSR está en la élite europea y en estas dos jornadas ha logrado la clasificación para los cuartos de final de la Champions League, que se celebrarán del 12 al 15 de marzo. Está de nuevo, como en 2019, entre los ocho mejores del continente. Sólo batido por el Lahn-Dill alemán, el conjunto vizcaíno cerró su pase con la victoria ante el Merkezi turco por 82-46. Le daba así cuerda a su sueño de alcanzar la Final Four. La cima.

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El Lhan-Dill, seis veces ganador del torneo, no tuvo rival. Venció en sus cuatro partidos. El Bidaideak, en tres. Cayeron ante los germanos en el partido que abrió esa fase inicial de la Champions. Fue el duelo más igualado. El Lhan-Dill aún no está al alcance de los bilbaínos, pero la diferencia se acorta. Son los dos clasificados. Quedan fuera el Giulianova (2 triunfos), el Meaux (1) y el Merkezi (1), el último rival de los locales. Sólo una derrota muy abultada ante los turcos hubiera eliminado al Bidaideak. Eso no sucedió. Al revés. El equipo dirigido por Esteban Núñez quería disfrutar de su condición de anfitrión y recompensar a sus entregados aficionados.

Lo consiguieron. Fiesta en Txurdinaga. El Bidaideak disipó las dudas. Sacó a Asier García, Turek, Lorenzo, O'Neill y al aguerrido Blair, capaz pese a su menuda talla de frenar a un coloso como el turco Omer. El australiano Blair, que se partió la espalda en un accidente de tráfico cuando tenía 12 años, no se rinde ante los obtáculos por grandes que sean. Los bilbaínos iniciaron el duelo en estampida. Blindaron su zona y rodaron al contraataque. Enseguida se colocaron 10-2. El público cooperaba.

Los turcos le perdieron la pista a Asier García, que elegía siempre bien el lugar donde mejor dirigir a su equipo. Anotó ocho tantos en el primer parcial, los mismos que Lorenzo y el certero Turek. Este periodo fue concluyente, 25-7. El billete para los cuartos de la Champions estaba ya en el imprenta. Bastaba con mantener a raya al Merkezi.

Avendaño, un defensor con garras, y Mouriz, un tirador, se sumaron a la tropa bilbaína. Los turcos Omer y Muittinoglu quisieron imponer su altura. El partido elevó su temperatura. Los jugadores giraban a ritmo de vértigo, chocaban, caían y, sin ayuda, se erguían sobre sus sillas. El Merkezi regresó así al encuentro, aunque no inquietó al Bidaideak , que se fue al descanso con 40-22. 

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Cada vez que en el tercer y en el último cuarto los turcos amagaban con acercarse en el marcador, el equipo local ponía orden. Defendieron bien su botín. Tan preciado. El 60-35 con que se cerró la tercera manga adelantó la celebración. Iban directos a ingresar en los cuartos, a subir el escalón al que sólo llegan los ocho mejores conjuntos de Europa. Eso talla el nivel del Bidaideak. «Vamos Jannik», jaleaba la grada en apoyo a Jannik Blair, el más pequeño y la gran pesadilla de los pívots otomanos. La victoria final por 82-46 selló la clasificación para los cuartos y es otro paso más desde Txurdinaga en el camino hacia la Final Four. «¡Bilbao, Bilbao!», coreó el feliz público.

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