Margot Moles, pionera en España antes de la Guerra Civil y récord mundial en lanzamiento de martillo

Margot y su hermana Lucinda fueron las primeras mujeres españolas en practicar atletismo de forma profesional en Madrid, a donde la familia se trasladó en 1917, y Ernestina Maenza también debutó con ella en los Juegos de Garmisch-Partenkirche en 1936. Su relación con los deportes de invierno había comenzado ocho años antes, en 1928, cuando se integró en la Sociedad Peñalara. Poco después, en 1930, se convirtió en una de las fundadoras del Club Canoe junto a otros jóvenes amantes de la montaña y la naturaleza. Pronto comenzó a entrenar con los esquiadores masculinos más experimentados.

Como muestra un reportaje publicado en la revista Crónica, Moles jugó al baloncesto, el tenis, condujo motocicletas e incluso se interesó por la equitación. En 1931 representó a Castilla en el Campeonato de España de Atletismo de Madrid y se hizo con el título de campeona de lanzamiento de disco y quedó subcampeona de peso y jabalina. En el 1932 logró la mejor marca mundial de martillo alcanzando los 22,85 metros y la marca permaneció imbatida a nivel mundial hasta 1975. Más tarde, entre 1929 y 1934, batió en cinco ocasiones el récord de España en lanzamiento de disco. Su equipo de hockey fue el Atlético de Madrid, donde jugó como defensa central y fue la capitana en 1934 y 1935, años en los que resultaron campeonas de España.​

Moles trabajó como profesora e impartió clases de gimnasia y deporte hasta el golpe de Estado en julio de 1936, y durante la guerra tuvo que retirarse del trabajo y dedicarse a bordar ropa. Las mujeres quedaron apartadas del deporte y en 1939 el franquismo prohibió el atletismo a las mujeres con el argumento de que las masculinizaba. Poco después sufrió el fusilamiento de su marido, Manuel Pina, quien fue asesinado en las tapias del cementerio de la Almudena, en Madrid en 1942. Ambos se habían conocido esquiando con la Sociedad Peñalara.

Moles, quien se mantuvo a favor de la República durante toda su vida, sólo ha empezado a ser reconocida años después de la dictadura, falleció en Madrid en 1987 y cuenta con un polideportivo con su nombre en Vicálvaro. En 2017 Ignacio Ramos recogió su biografía en el libro 'Margot Moles, la gran atleta republicana'. «Contribuyó de manera fundamental a la liberación de la mujer en el deporte. Con su hermana Lucinda fue la primera en practicar atletismo en el país, popularizó la natación femenina en Madrid...», enumera su contraportada.