Las mujeres dan el salto al parkour, donde «cada una marca sus metas»
Las 'traceuses' recién federadas Stefy Navarro y Núría Brígido y las vascas Alba Salazar y Fengchao Li invitan a las mujeres a sumarse a este deporte «de comunidad»
Judith Romero
Lunes, 6 de julio 2020, 00:33
Saltan con fluidez sobre muros imponentes, realizan giros de 360 grados en el aire, se balancean sobre barras para obtener el impulso para alcanzar el siguiente punto y franquean todo tipo de obstáculos urbanos. El parkour nació en Francia a finales de los años 80 y cada vez se practica en más parques y ciudades españolas, también entre las mujeres. Las recién federadas Stefy Navarro y Núria Brígido ya representan al país en competiciones internacionales junto a la Real Federación Española de Gimnasia y en Euskadi jóvenes como la bilbaína Salazar o Fengchao 'Cristina' Li abren camino.
Publicidad
«Un amigo me invitó a una quedada. Estaba sola, todos se conocían entre sí, yo era tímida y pensé que aquello no sería para mí. Pero viendo vídeos en casa creí que podría hacerlo, me gustó mucho y empecé poco a poco», explica Alba Salazar, de la asociación Parkour Bilbao. Tres años después esta universitaria de 18 años no tiene miedo a enfrentarse a vallas con caídas de varios metros y muros inabarcables. «Me dan pánico las alturas pero cada vez menos, el parkour es una buena medicina para estos temores», sonríe.
Como las demás 'traceuses', Salazar da a conocer su trabajo a través de Instagram y frecuenta los parkour parks de Sarriko y Matiko. «Entrenamos en cualquier sitio, en Peñota, Uribarri... la gente se entusiasma, pero hay quien no se lo toma bien y amenaza con llamar a la policía», explica. La joven sueña con hacer anuncios publicitarios y ser doble en películas y se aleja del mundo de la competición, una postura compartida por buena parte de la comunidad. «Me gustan la fluidez, los brazos, las planchas.... el parkour me ha aportado amigos, habilidad, sentirme arropada y una mayor confianza en mí misma. Tú decides por dónde saltar sin echarte atrás -porque sólo entonces te caes-. Es por ello que no me parece que el parkour sea compatible con la competición», plantea Salazar.
En el extremo opuesto, la barcelonesa Núria Brígido y Stefy Navarro, colombiana afincada en Madrid, aceptaron la oferta que les extendió la Federación Internacional de Gimnasia y desde hace algunos meses compiten a nivel internacional con la RFEG. Si el coronavirus no hubiera cerrado fronteras y truncado competiciones deportivas, ambas habrían sido las dos únicas mujeres en competir en Hiroshima el psado mes de abril. Brígido cambió la gimnasia deportiva por el breakdance y el tricking, modalidad de artes marciales relacionada con las acrobacias y, finalmente, practica parkour en el estilo 'free run'. «Conocí el parkour gracias a mi novio, Aarón Vivar, y llevo un par de años entrenándome para hacer deporte», resume esta fotógrafa profesional de 27 años.
«Vencer» el miedo
Brígido está especializada en mortales y, si el parkour tiene tres modalidades, ella se considera parte del free running, «más estética». «El parkour me aporta felicidad cada vez que hago algo nuevo porque en el fondo.... ¡me da mucho miedo! Completar los trucos me da una satisfacción enorme. Veo que me supero cada día. Alguna vez me he lesionado los tobillos, pero ojalá mas mujeres se animen a probarlo tengan la condición física que tengan. Pronto verán cómo el cuerpo les pide más», anima la joven que acostumbra a practicar sus mortales en la arena de la playa de Badalona.
Publicidad
La catalana se plantea acudir al primer Campeonato de España de Parkour «para pasármelo bien». La Real Federación Española de Gimnasia espereba celebrarlo en septiembre o en octubre en una zona al aire libre del norte del país, pero el coronavirus podría provocar que esta primera cita se aplace de 2020 a 2021. Su compañera Stefy Navarro ya está trabajando su resistencia muscular y aeróbica mientras completa sus circuitos de velocidad para estar en la mejor forma posible. Este 2020 también era fecha en que la Federación Internacional de Gimnasia, que ha acogido el parkour en su seno, esperaba celebrar su primer Campeonato del Mundo en Japón. Finalmente celebrará una competición virtual entre el 20 de julio y el 20 de septiembre, pero el evento principal aún no tiene una nueva fecha.
«¡El parkour me aporta felicidad porque el el fondo me da mucho miedo! Siento una gran satisfacción cada vez que completo un truco nuevo», afirma Brígido
«El parkour está siguiendo el camino federativo y no tiene porqué estar reñido con su filosofía. Podemos competir entre nosotros de manera amistosa y sacar nuestro estilo, hacer lo que mejor se nos de», defiende Navarro, quien comenzó a practicar parkour en Albacete hace cuatro años. A la joven de 21 años le cautivan los saltos de longitud, las zancadas... «En definitiva, estar en al aire y sentir que vuelo», subraya. Suele entrenar en el parkour park de Getafe y en los troncos de Delicias y ha hecho multitud de anuncios y ha sido doble en películas. «Estudio Ciencias del Deporte y trabajo dando clases y haciendo shows, pero vivir del parkour sigue siendo complicado», explica.
Publicidad
«Para mí el parkour tiene más que ver con la mente que con el estado físico. Es tolerante con todo el que quiera venir a entrenar independientemente de su nivel. Consiste en aceptarse y en elegir lo que quieres hacer», explica Fengchao Li, conocida como 'Cristina' en Hondarribia, en un buen castellano. Desde hace dos años esta mujer de 29 años forma parte de la asociación Lotzen. «Conocí a mi novio y el parkour en un viaje de trabajo y luego empecé a entrenar con algunos grupos en China», explica la asistente de compras en una empresa española.
Un punto de encuentro
Li es una de las mujeres que ha tomado parte en las dos ediciones de Emakumeak Mugimenduan celebradas en San Sebastián, un evento diseñado por y para mujeres e inspirados en el Les Dames du Movement de Londres. La edición 2020 ha quedado suspendida por la pandemia pero sus organizadores animan a subir vídeos practicando parkour a las redes sociales. «Las entrenadoras que vienen de fuera me han inspirado, para mí es importante tener referentes como estos. En China no está bien visto que las mujeres seamos fuertes y musculadas, sino débiles, blancas, delgadas y que caminen como señoritas. El parkour me está haciendo más fuerte y aquí elogian el esfuerzo que hacemos al entrenar, es algo liberador», celebra Li, quien comparte sus entrenamientos con otras tres chicas.
Publicidad
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión