1.500 metros libres a nado con 84 años
La nadadora tinerfeña Mercia Rodríguez batió el récord de España al ser la primera mujer mayor de 80 años en completar la prueba. «Nunca pensé que causaría tanto revuelo», confiesa
Judith Romero
Sábado, 8 de mayo 2021, 23:31
Mercedes (Mercia) Rodríguez siempre ha frecuentado el mar o las piscinas sin darle mayor importancia. «Me tiro a nadar con el objetivo de llegar, como un día cualquiera», explica la nadadora tinerfeña de 84 años. Sin embargo, el pasado mes de marzo entró en la historia de la natación al batir el récord de España al convertirse en la primera mujer mayor de 80 años en completar la prueba de los 1.500. «Empecé a nadar y nunca pensé que causaría tanto revuelo, me quedé asombrada porque me llamaran de todas partes», explica la deportista.
Todo un ejemplo de vida activa, Rodríguez nada en el Club Tenerife Masters. Aunque le es imposible entrar al agua con sus audífonos y no pudo escuchar los aplausos que recibió, los sintió y vivó como «algo muy bonito». La primera vez que logró nadar los 1.500 durante un entrenamiento pensó que «era suficiente» con haber nadado esta distancia una vez en la vida, pero después decidió darse la oportunidad de «tirarse el próximo año».
Aunque vive los días previos a las pruebas con ciertos nervios, cuando entra en el agua las preocupaciones de Rodríguez desaparecen. Sus modalidades preferidas son crol y espalda, aunque a veces también se anima a nadar carreras de mariposa. La tinerfeña nacida en 1937 se federó a los 17 años, aunque más adelante se distanció un poco del deporte arrastrada por sus obligaciones. Volvió con más intensidad a las piscinas a los 55 años animada por su hija, quien comparte con ella su amor por la natación. Su mejor recuerdo es cuando, tras terminar una prueba en un campeonato de España, descubrió que no estaba en la mitad de inferior de la clasificación. «Resulta que había llegado la primera», celebra.
Incomprensión
Rodríguez entrena tres o cuatro días a la semana si le apetece ir a la piscina los sábados. Pero aunque sea una inspiración para otras personas mayores, a las que anima a «no estar todo el día en el sillón», establece una separación entre su vida dentro y fuera de la piscina. «No hablo de lo que hago con mis parientes o amigos, cierro una puerta cuando salgo del agua porque no todo el mundo comprende que decidas hacer deporte», explica. A las personas de su generación les pide que, si no pueden ir a nadar, caminen y, si tampoco pueden, hagan gimnasia en casa. «Lo más importante es estar activas porque eso es salud», recomienda.