Kitty O'Neil, doble de Wonder Woman, sorda y la primera mujer más veloz de la tierra

Fue una mujer de récord incluso cuando completaba trabajos como doble de escenas de riesgo para la industria cinematográfica. La estadounidense Kitty O'Neil, nacida en 1946 en la localidad texana de Corpus Christi, destacó en todo lo que se propuso desde su adolescencia, cuando compitió en saltos de trampolín desde los tres metros y plataformas de 10, hasta los años 70, cuando rompió varios récords femeninos de velocidad, trabajó en la industria cinematográfica e incluso pasó a ser reconocida internacionalmente por ser doble de Wonder Woman. Además, mantuvo el récord de velocidad en tierra femenino en un automóvil entre 1976 y 2019 tras pilotar a 821 kilómetros por hora y vivir para contarlo.

Hija de un oficial de las Fuerzas Aéreas del Ejército de los Estados Unidos y una mujer de etnia cheroqui, perdió a su padre durante la infancia. Con apenas cinco meses de edad, O'Neil contrajo varias enfermedades y perdió su audición. Su madre le enseñó a leer labios y pronunciar sonidos, y en su adolescencia Kitty comenzó a competir en saltos desde plataformas de 10 metros y trampolines de 3. Ganó los campeonatos de la Amateur Athletic Union y entrenó con Sammy Lee a partir de 1962. Quiso presentarse a las pruebas para los Juegos Olímpicos de Tokio 1964, pero una ruptura de muñeca y una meningitis amenazaron su habilidad para caminar y terminaron con sus opciones.

Tras recuperarse de la meningitis, O'Neil se centró en el esquí acuático, el buceo, el paracaidismo y el ala delta. «El salto de trampolín no fue lo suficientemente aterrador para mí», llegó a decir. Se sometió a dos tratamientos contra el cáncer mientras todavía era una veinteañera, en los años setenta, cuando además se introdujo en el mundo de las carreras tras conocer a los dobles de escenas de riesgo Hal Needham y Ron Hambleton, con quienes entrenó. En 1976 se convirtió en la primera mujer en trabajar para la empresa Stunts Unlimited, y pronto hizo apariciones en películas como 'The Bionic Woman', 'Airport '77', 'The Blues Brothers', y 'Smokey and the Bandit II'. Su trabajo fue tan pionero que en 1978 Mattel diseñó una figura de acción inspirada en Kitty O'Neil.

En 1979, durante el rodaje de un episodio de la Mujer Maravilla, O'Neil fue contratada para sustituir a Jeannie Epper, quien solía ser la doble de Lynda Carter, en una escena de especial dificultad. El proceso valió a O'Neil para establecer un récord femenino de caída con 38,7 metros en Valley Hilton, en Sherman Oaks, California. Más adelante batió su propio récord con una nueva caída de 54,9 metros desde un helicóptero. O'Neil atribuía estos logros a su pequeño tamaño, de apenas 1,60 metros de altura, y 44 kilos de peso. En el 77 O'Neil batió otro récord femenino de velocidad en el agua a 442,6 kilómetros por hora, una hazaña que sumar a su récord de esquí acuático a 168,7 kilómetros por hora en 1970.

​​El récord de velocidad en tierra automovilístico femenino llegó en 1976 en el desierto Alvord, en el sudeste de Oregón. O'Neil fue contratada para pilotar un triciclo a reacción impulsado por peróxido de hidrógeno llamado Motivator SMI construido por Bill Fredrick y batir el récord femenino. Alcanzó una velocidad promedio de 825,1 kilómetros por hora. Aunque ella misma afirmó que podría haber corrido mucho más, le pidieron que no excediera los 643,7 kilómetros por hora y se vio obligada a dejarle el récord absoluto a Hal Needham para poder comercializar una serie de muñecos inspirados en este piloto, aunque finalmente nunca vieron la luz. Las hazañas de O'Neil quedaron recogidas en la película 'Silent Victory: The Kitty O'Neil Story', pero la piloto dejó las acrobacias y velocidad en 1982, después de que algunos compañeros fallecieran mientras actuaban.​

«Kitty y yo éramos las dos mujeres más rápidas en la tierra. Me dio su bendición para romper su récord», recordaba la piloto Jessi Combs en 2018, tras la muerte de O'Neil por una neumonía, en sus redes sociales. «Admiraba a esta mujer, era la única mujer que entendió por qué hago lo que hago gracias a su propia experiencia personal», confesó Combs sin dejar de repasar los logros de su referente en esquí acuático o buceo y su talento con el chelo y el piano pese a estar sorda desde la infancia. «Echo de menos a esta loca pequeña mujer y espero honrarla como una leyenda de la velocidad tan rápido como pueda», se despidió de ella. Apenas un año después, en 2019, Combs consiguió batir el récord de O'Neil conduciendo a 841 kilómetros por hora por el desierto de Oregón, pero convertirse en la nueva mujer más rápida del planeta le costó la vida a los 39 años.