La selección de EEUU logra igualar sus condiciones de trabajo, pero no salariales, a las de los hombres
Las actuales campeonas del mundo disfrutarán de las mismas comodidades en viajes y alojamientos que sus compañeros, pero todavía siguen reclamando la igualdad de remuneración
Tras más de un año de intensa lucha, la selección femenina de fútbol de Estados Unidos, vigente campeona del mundo, ha logrado dar un paso hacia adelante en su búsqueda de la igualdad de derechos y condiciones respecto al equipo nacional masculino. Lo ha hecho tras alcanzar por fin un acuerdo con la federación, US Soccer, a la que no dudaron en llevar a juicio denunciando «un trato discriminatorio sistemático».
El pasado mayo fue desestimada su demanda global, pero se les permitió reclamar mejoras en condiciones de viajes y desplazamientos, y esa batalla es precisamente la que acaban de ganar. Megan Rapinoe, Alex Morgan y compañía disfrutarán de ahora en adelante de las mismas comodidades que sus compañeros en cuanto a mejores hoteles y vuelos chárter, así como en lo referente a la dotación de personal y en el derecho a entrenar y jugar en césped natural y no artificial.
"Nos complace haber logrado unas condiciones de trabajo iguales desde hace mucho tiempo", aseguró la portavoz de las futbolistas Molly Levinson, quien confirmó que presentarán una apelación a la decisión del tribunal, "que no tiene en cuenta el hecho central en este caso, de que las jugadoras han recibido un salario menor que los hombres por hacer el mismo trabajo". "Seguimos tan comprometidas como siempre para lograr la igualdad salarial que nos merecemos legalmente. Nuestro enfoque está en el futuro, en asegurar que dejamos un lugar mejor para la próxima generación de mujeres que defenderán a este equipo y a este país".
Ateniéndose a la Ley de Igualdad de Pagos y a la Ley de Derechos Civiles, las integrantes del conjunto nacional de Estados Unidos demandan más de 66 millones de dólares como premio por haberse proclamado campeonas del Mundial de Francia de 2019, y un trato equitativo con respecto a sus compañeros, quienes ni siquiera se clasificaron para la disputa de la pasada Copa del Mundo masculino en 2018. Ellos mismos, en febrero de este año, apoyaron a través de un comunicado la lucha de sus compañeras, reconociendo que están sufriendo una "discriminación sistemática de género que nunca debería de haber existido".
Trampolín
Al frente de la federación norteamericana de fútbol se encuentra desde marzo la exjugadora internacional Parlow Cone, primera mujer en dirigir la US Soccer, quien ha permitido que se haya podido dar este "primer paso", como ella misma lo ha definido. "Este acuerdo es una buena noticia para todos y creo que servirá como trampolín para un progreso continuo. El objetivo de ambas partes en esto era realmente definir una forma más estructurada de proporcionar a ambos equipos, hombres y mujeres, un apoyo equitativo", aunque ha asegurado que no pueden bonificar de la misma manera a unos y a otras por sus logros en el Mundial debido a la diferencia que existe ya de por sí en la propia FIFA, animando a este organismo a invertir "por igual en el fútbol masculino y femenino".
"Nuestro objetivo es encontrar la resolución con nuestra selección nacional femenina y estamos comprometidos a hacerlo. Les hemos ofrecido el mismo contrato que a los hombres para todos los partidos. Ellas quieren que les compensemos el premio en metálico del Mundial, pero no es posible. Incluso antes de la Covid, esto sería devastador para nuestro presupuesto y nuestra programación".