San Mamés bate el récord de asistencia a una final de Champions femenina

La jornada que coronó al Barcelona como el mejor equipo de Europa dejó un récord que sitúa a San Mamés y al Athletic como referencias absolutas en la apuesta por el fútbol femenino. En la presentación de la final, celebrada en la víspera del Día de la Mujer y coincidiendo con el levantamiento de la estatua de la niña frente a la de Iribar, se puso como objetivo superar los 50.212 asistentes a la final de Múnich 2012, en la que el Olympique de Lyon se impuso al Frankfurt por 2-0. El aforo de San Mamés –53.331 asientos– concedía la oportunidad de superar la cifra. La rápida venta de las entradas fruto de la gran demanda por la expectación que levantó el duelo, incluso antes de saber quiénes serían los finalistas, invitaba al optimismo.

Finalmente, a pesar de que el anillo central presentó varias localidades vacías, el registro se superó para llegar a los 50.827 aficionados. La Catedral fue azulgrana, a excepción de un par de sectores coloreados del blanco del conjunto francés. La cifra, no obstante, queda 'lejos' del récord absoluto de asistencia al coloso bilbaíno: los 52.282 que presenciaron en 2018 la final de la Champions de rugby, cuando el Leinster irlandés se hizo con el título al derrotar al Racing 92 francés (15-12). El partido del Athletic con más público fue el de la vuelta de semifinales de Copa del Rey de esta temporada ante el Atlético (3-0), con 52.061 hinchas.

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