Inspección de Trabajo regulariza la situación del Rayo Vallecano femenino tras la denuncia

La Inspección de Trabajo y Seguridad Social (ITSS) ha estimado la denuncia interpuesta por las jugadoras del Rayo Vallecano contra el club por no estar dadas de alta en la Seguridad Social al comienzo de la temporada, una situación que también se produjo en su cuerpo técnico. La Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) denunció la situación ante Inspección de Trabajo en verano y las deportistas han empezado a recibir la certificación sobre la regularización de su situación tras esta denuncia por fraude.

La denuncia adjuntaba los contratos de las integrantes del equipo y reclamaba regularizar la situación laboral cumpliendo el convenio colectivo del fútbol femenino. También hace hincapié en el hecho de que el equipo incumplía la Ley para la igualdad efectiva de mujeres y hombres y la norma europea sobre esta cuestión. Las jugadoras de la liga profesional recibieron un trato distinto al de la primera plantilla masculina, lo que podría constituir una discriminación por razón de sexo.

«No podemos más», explicaron las jugadoras del Rayo Vallecano femenino en una rueda de prensa que ofrecieron el pasado mes de agosto. Entonces recalcaron que «no pedían nada del otro mundo», sólo tener acceso al gimnasio, servicios médicos y fisioterapia con material adecuado tal y como hacen sus compañeros hombres. «En una palabra, queremos desarrollar dignamente nuestra profesión», explicó Paula Andújar, una de sus capitanas. «Nos sentimos maltratadas», añadió Pilar García, otra de ellas.

Hasta 16 jugadoras del Rayo Vallecano femenino se enfrentan a problemas para pagar el alquiler, un coste que el equipo no está sufragando durante esta temporada, y se enfrentan a amenazas de desahucio. La polémica viene de lejos y en diciembre de 2020 las futbolistas comenzaron a destapar su situación en el club después de recibir una triste cena compuesta por un bocata con dos lonchas de jamón de york.