Una final de campeonas
La gran final de esta tarde en el Mundial de Francia enfrenta a la vigente campeona del mundo, Estados Unidos, contra Países Bajos, la mejor ... de Europa. Un gigante, una potencia histórica, frente a un pequeño país de jugadoras muy talentosas, que han conseguido en cuatro años poner a su selección en primera línea mundial. No en vano, han llegado a la final en su segunda participación en un campeonato del mundo. A pesar de que su juego no ha sido tan brillante como en la pasada Eurocopa, tiene una delantera temible y buenas peloteras en el centro del campo.
Las holandesas deberán intentar no conceder, especialmente en los inicios de cada parte, puesto que Estados Unidos está acostumbrada a ponerse por delante muy pronto en el marcador y sentirse cómoda dominando el resultado. Será interesante ver qué ocurre si las norteamericanas no consiguen ponerse por delante en el marcador. Posiblemente así, Países Bajos podrá generar dudas o prisas sobre las de EE UU. En ese escenario podrían aprovechar las ocasiones que siempre permite el grupo yanqui. A pesar de que las estadounidenses siempre marcan, han concedido varios goles en los últimos encuentros de la fase de eliminatorias, y han tenido que sufrir mucho para ganar cada partido.
Será, a buen seguro, un encuentro de alternativas, de transiciones, de ida y vuelta. Rápido e intenso. Países Bajos, en su segundo Mundial y ante un gigante como Estados Unidos, saldrá sin miedo a nada. Las norteamericanas tendrán la presión, pero disfrutan con ella, se crecen. Será una final con todos los ingredientes para emocionarnos y levantarnos de nuestros asientos.
Estados Unidos fue la primera selección clasificada para la final del Mundial tras eliminar a Inglaterra en un partido apasionante. Siguiendo su guion habitual, se pusieron por delante en el marcador gracias a un gran remate de cabeza de Christen Press en el minuto 10. Poco después Inglaterra empataría por medio de un tanto de su goleadora Ellen White. A la media media hora de partido, tras un gran pase de Lindsey Horan al corazón del área, Alex Morgan remató para volver a dar ventaja en el marcador a la selección estadounidense. Inglaterra no desistió, y ya en la segunda parte, cerca del minuto 70, tras una buena jugada colectiva, Ellen White anotó de nuevo, pero su gol fue anulado por el VAR por un ajustado fuera de juego. En el minuto 79, otra buena jugada colectiva inglesa generó una acción de peligro que, de nuevo Ellen White, que estuvo en todas, no pudo rematar por un contacto de Becky Sauerbrunn. A pesar de que en directo no parecía haber contacto, las diferentes tomas del VAR no dejaron lugar a duda: fue penalti. Era la oportunidad perfecta para Inglaterra de empatar el partido, pero Steph Houghton no estuvo acertada en el lanzamiento y Alyssa Naeher, que intuyó la dirección del lanzamiento, lo detuvo. No tuvo suerte Inglaterra, que además del penalti y el gol anulado por fuera de juego, sufrió la expulsión de Millie Bright en el minuto 86 por una dura entrada sobre Alex Morgan. Vio la segunda tarjeta amarilla; la primera también por un manotazo sobre Alex Morgan, y por lo tanto Inglaterra se quedó con 10 jugadoras, con un marcador desfavorable y sin apenas tiempo para intentar la remontada. Estados Unidos aguantó el resultado con oficio, sin dar continuidad al juego hasta que el tiempo se agotase. Tras siete minutos de tiempo de descuento en los que las norteamericanas supieron sufrir, la árbitra pitó la conclusión del duelo, dando el pase a la final a la vigente campeona.
En la segunda semifinal Países Bajos descabalgó a Suecia, que venía de eliminar a Alemania en cuartos. Suecia comenzó el partido gozando de las ocasiones más claras, pero fueron desbaratadas por las buenas intervenciones de la portera neerlandesa Sari van Veenendaal. La primera ocasión clara de los Países Bajos no llegó hasta la segunda parte, en la que, tras botar un córner, el remate de Vivianne Miedema obligó una gran estirada de la portera sueca Hedvig Lindahl. El tiempo reglamentario terminó con empate a cero en el marcador. En el primer tiempo de la prórroga, tras una buena jugada colectiva, Vivianne Miedema dejó un balón de cara a Jackie Groenen en la frontal del área, y ésta, con un gran disparo batió a la guardameta sueca, que poco pudo hacer ante el tiro cruzado de la selección holandesa. Las orange no concedieron más ocasiones, y así consiguieron el pase a su primera final en una Copa del Mundo.
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