La Federación y AFE se enzarzan por el convenio femenino, mientras el PSOE llama a su desbloqueo

Más de un año después, y de numerosas reuniones, el convenio del fútbol femenino en España sigue sin ver la luz. Parecía que en el final del 2019 se celebraría la firma de este documento histórico, en el que las jugadoras reclaman derechos sociales y mejoras salariales, entre otras cosas algo tan básico como cotizar lo trabajado, pero terminó siendo aplazada al 15 de enero, y luego al día 20, sin que se produjera acto alguno. Poco más de una semana después, parece que aún quedan flecos por cerrar, aunque todas las partes habían dado el visto bueno y se antojaba casi como un mero trámite rubricar el acuerdo.

Según apuntó hace unos días el presidente de Mediapró, Jaume Roures, el pacto no ha fructificado porque a última hora Barça y Madrid (ya a los mandos del Tacón), han asegurado que pretenden emitir todos sus partidos por sus canales propios, lo que supondría estar en desventaja respecto al resto de equipos en lo que a derechos televisivos se refiere. ¿La solución? Que paguen por darlos, para que así todos los clubes reciban lo mismo. Pero lo cierto es que todo está parado porque debido a ello todavía no se ha podido hacer efectiva la entrada de los clubes en el Programa Élite federativo, con el que conseguirían los fondos económicos necesarios para ponerlo todo en marcha.

Un escollo que aún no se ha salvado, y que ha tenido continuidad con un nuevo capítulo en este culebrón, con un tenso enfrentamiento entre el sindicato mayoritario en la mesa de negociación, AFE, y la Federación Española de Fútbol, a quien los representantes de las jugadoras acusan de plegarse a las peticiones de los 'grandes' y de fomentar dicho bloqueo. En una entrevista radiofónica en 'Carrusel Deportiv0', María José López, jefa del gabinete jurídico de AFE, habla de discriminación ya que las futbolistas realizan la misma labor que sus compañeros, pero en desigualdad de condiciones, poniendo en duda los motivos por los que aún no hay convenio. «La RFEF habla de flecos. Cuando ahondas en el tema aparece un fleco nuevo. Es una falta de respeto, hay cierto escapismo. No se quiere en este momento prudencial apoyar para que se firme este acuerdo«.

La Federación, muy molesta por estas palabras, envió una carta dirigida al presidente de AFE, David Aganzo, y a la responsable del Consejo Superior de Deportes, María José Rienda, antes de ser sustituida este mismo martes por Irene Lozano, solicitando una rectificación inmediata. De no ser así, amenazan con «ejercer las pertinentes acciones judiciales». «Las declaraciones son intolerables, o bien demuestran un desconocimiento absoluto de la situación o se han hecho desde la mala fe», alegan desde el organismo dirigido por Luis Rubiales. «Acusar a la RFEF de bloquear la firma del convenio y de querer sólo ponerse medallas es de una gravedad que no habíamos vivido hasta el momento presente».

El sindicato AFE también destacó en esa intervención en las ondas el hecho de que la Federación recibe dinero público, por lo que se dirigirían al poder que maneja los presupuestos generales del Estado «para decirles que a lo mejor esta persona (Rubiales) está bloqueando una situación que es un hito histórico y habrá que tomar algún tipo de medidas». Y eso es lo que han hecho este mismo martes, reuniéndose con una representación del Grupo Parlamentario Socialista para trasladarle su preocupación por la demora de la firma.

El PSOE, representado en la reunión por la portavoz adjunta Susana Ros y los diputados Laura Berja y Juan Luis Soto, han hecho un llamamiento «a todos los actores que han participado en el preacuerdo para que desde el diálogo desbloqueen esa situación y se pueda alcanzar el mejor de los convenios para todas las partes, sobretodo en el avance en derechos salariales, laborales y en el reconocimiento de la dignidad de las futbolistas de este país». También han remarcado que entre sus prioridades está impulsar acciones que contribuyan a alcanzar la igualdad «real y efectiva» y que los derechos de las mujeres son «irrenunciables».