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Damaris, durante un partido del Athletic femenino. EL CORREO

La cláusula de formación desata la polémica

Futbolistas como Damaris se quejan tras aceptar en el convenio que los clubes que fichen a menores de 23 años tengan que pagar a los equipos de origen

Viernes, 19 de junio 2020, 23:11

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«Solo queremos el derecho a decidir nuestro futuro». Damaris Egurrola abría la polémica en la noche del pasado jueves y este viernes le siguieron un buen número de jugadoras de la Primera Iberdrola. La centrocampista, que ya ha anunciado que dejará el Athletic el 30 de junio en busca de «nuevos desafíos», criticaba así la cláusula que se ha incluido en el convenio femenino según la cual los clubes a los que lleguen futbolistas menores de 23 años tendrán que pagar una compensación por derechos de formación a sus equipos de origen. Todo ello aunque hayan acabado su contrato y lleguen libres. El Athletic ha fijado en 250.000 euros el dinero a percibir –cada club puede valorarlo de forma diferente–. Algo que afectaría tanto a Damaris como a Maite Oroz que también abandona la disciplina rojiblanca.

Una cláusula que podría entorpecer las negociaciones y que afecta a 17 jugadoras de la Primera Iberdrola. Todas son menores de 23 años y terminan contrato este verano. Este punto fue incluido en el convenio colectivo firmado el pasado mes de febrero por sindicatos, patronal y jugadoras, pero es ahora cuando ha desatado la polémica. Ha llegado incluso a la Audiencia Nacional, que el próximo mes resolverá sobre el asunto.

Todo después de que el sindicato Futbolistas ON denunciara el artículo 20 del convenio, en el que se habla de la compensación por preparación o formación. La centrocampista pide que se declare nulo, al entender que las cantidades que aparecen en la lista, y que varían entre los 10.000 y los 500.000 euros, son «abusivas».

El Athletic reclama 250.000 euros por Oroz y Damaris al entender que hay que favorecer a los clubes de cantera

No todos piensan así. La Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), se muestra a favor «de todo lo que aparece en el convenio», incluida esa cláusula. Entiende que lo que ahí se recoge aparece «a imagen y semejanza de lo que aparece también en el convenio masculino», según explica a este periódico Tania Tabanera, delegada de fútbol femenino en esta asociación. «Todos firmamos siendo conscientes de lo que aparecía», insiste.

El Athletic la defiende

A la AFE lo que sí le chirría son las cantidades más elevadas, los 500.000 euros que se piden por las jugadoras del Levante Eva Navarro y Ona Batlle, y los 250.000 por las rojiblancas Maite Oroz y Damaris Egurrola. Las ven «desproporcionadas». En el sindicato aseguran que trabajan en la creación de una herramienta que permita «objetivar las cifras atendiendo a ciertos parámetros», entre ellos los años de permanencia en el club.

En el caso de Damaris y Oroz, ambas llegaron a Lezama en 2014 y han estado cinco temporadas en el primer equipo hasta convertirse en dos piezas fundamentales para el Athletic. Desde la entidad vizcaína pedirán dicha compensación, aunque no han explicado el por qué de fijar esa cantidad que reclaman. El club entiende que «en el fútbol femenino si no se ponen ciertos límites caerá en los vicios del masculino», en el que entidades con mucho dinero se dedican a comprar jugadores de otros equipos desmantelándolos.

Desde Ibaigane aseguran que se debe dar valor a esa formación previa y a lo que ha supuesto, especialmente en el fútbol femenino, que aún se encuentra en pleno desarrollo. Por ello, no vería justo que esta cláusula se anulara. Además, si la justicia el próximo mes echa atrás este artículo, la AFE advierte de que podría conllevar otro problema mayor. «Existe una disposición al final del convenio en la que se explica que cualquier alteración del mismo lo pone en peligro en su conjunto». Sería volver a empezar de cero después de lo que ha costado su firma.

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