«Nunca quise que llegara este momento porque no entiendo mi vida sin el fútbol»
Vanesa Gimbert cuelga las botas a los 42 años «orgullosa» de haber podido defender la camiseta del Athletic y con la intención de formarse como entrenadora
Tres días después de vivir sus últimos minutos como jugadora del Athletic y como futbolista, Vanesa Gimbert, la más veterana de la Primera Iberdrola, se sentó ante la prensa en Lezama para certificar su adiós. Punto final a 23 temporadas en la máxima categoría, las últimas nueve en el conjunto rojiblanco. Una despedida de una jugadora singular, con once títulos en sus vitrinas, que se extendió en dar las gracias a todas y cada una de las personas que se ha encontrado en su largo camino, desde su psicólogo hasta los chóferes y el personal de jardinería, limpieza o lavandería de la factoría rojiblanca, pasando por los componentes de la primera plantilla masculina.
«Cuando era pequeña y jugaba en mi barrio con los chicos, nunca imaginé ser futbolista, entonces era impensable. Ahora por fortuna ha cambiado y cualquier niña puede soñar con serlo y tener referentes femeninos. Hoy, después de 23 años, mi camino ha llegado a su fin. Como ya sabéis he decidido retirarme. A pesar de que llevo unos cuántos años alargando esta decisión, nunca quise que llegara este día, porque no entiendo mi vida sin el fútbol, pero es el momento«, declaró emocionada, arropada por sus compañeras, el cuerpo técnico y miembros del club. También por el presidente Aitor Elizegi, de quien dijo haber sentido en todo momento «su cercanía, respeto y cariño».
Gimbert, que se presentó con una camiseta hecha para la ocasión, con un campo de fútbol y el nombre de los siete clubes en los que ha militado, empezando por el Montilla cordobés, donde se formó, pasando por el Levante, Estudiantes de Huelva, Sevilla, Rayo, Espanyol y el propio Athletic, no pudo contener las lágrimas en varios momentos de su intervención. «Me voy feliz porque me siento un auténtica afortunada, porque he disfrutado mucho de este largo camino, aunque a mí se me ha hecho corto».
En su extenso capítulo de agradecimientos dejó un hueco especial para todas sus compañeras, «a las de hoy y a las de antes, a las que abrieron puertas y marcaron un camino». También a la afición, «no ha habido ni un solo campo que hayamos visitado sin ningún athleticzales». «Gracias por rugir y ponerme los pelos de punta cada vez que he jugado en San Mamés», declaró, afirmando que nunca olvidará lo vivido por las calles de Bilbao en la celebración del único título levantado con el Athletic, la liga de la temporada 2015-2016. »Nunca voy a olvidar ese 7 de junio«.
Un camino en Lezama que para ella empezó en 2013 de la mano de Iñigo Juaristi, director deportivo por aquel entonces, quien le convenció para hacer las maletas desde el Espanyol rumbo a Bizkaia. «En un día como hoy no quiero olvidarme de él. Gracias por insistir año tras año y no parar hasta conseguir que viniera. Gracias por darme la oportunidad de vivir esto. Sabes que te quiero», afirmó, antes de declarar con rotundidad sentirse muy orgullosa por haber defendido el escudo del Athletic «como una leona». «Soy muy afortunada de vivir lo que es este club, diferente. No todo el mundo tiene la oportunidad de jugar aquí y no quería desaprovecharla. Gracias por haber vivido nueve años maravillosos. Sin menospreciar al resto de equipos, gracias por haberme permitido conocerte, vivirte, sentirte y formar parte de tu historia«.
Fundación Athletic
Gimbert, que este pasado mes de abril cumplió 42 años, reconoció que esta campaña se le empezó a atragantar desde el inicio, con molestias en el tendón de Aquiles que no le permitían coger el ritmo adecuado de la competición. «No hubo ningún momento concreto en que viera que el final ya había llegado, pero tal y como se había ido desarrollando todo, me dejaba claro que era la decisión correcta».
Cuestionada por este periódico sobre su futuro más cercano, la de Bergara tiene claro que quiere empezar por recuperar tiempo al lado de los suyos. «De momento voy a asimilar mi retirada y a descansar en verano, a aprovechar a estar con mi familia y a disfrutar de ellos», afirmó, después de agradecer a sus padres «su dedicación y apoyo cuando el fútbol femenino era otra historia», y el haber sabido respetar todas sus decisiones, «aún sabiendo que eso me alejaba de vosotros».
Gimbert reveló que el club le ha ofrecido sumarse a la Fundación Athletic, y que tiene pensado seguir ligada al fútbol formándose como entrenadora. Como jugadora, se va con la espinita de no haber logrado la Copa de la Reina con el conjunto rojiblanco. Una etapa de la que tiene muy marcada la temporada en la que lograron la Liga. «Fue muy bonita, un año en el que disfruté mucho entrenando y jugando».
El pasado domingo su historia con el balón llegó a su fin, saliendo de inicio ante el Sevilla en el último partido del curso. En el minuto 73 su contador se pararía para siempre, al ver su dorsal, el 21, en el cartelón. «Me emocioné mucho más antes de que empezara, en el vestuario con mis compañeras. Ya estaba llorando. Fue un día que siempre va a estar en mi recuerdo», aseguró.
Profesional y comprometida como ninguna, se despide una futbolista que ha dejado huella en el club y en todo el fútbol femenino español, que ya le echa de menos. «Espero haber estado a la altura de cada equipo en el que he jugado y de cada camiseta que he defendido. Espero haber correspondido al fútbol con todo lo que me llevo. Fútbol, eternamente tuya, eternamente gracias».
