Cinco vascas darán la vuelta a Euskadi en bicicleta para reforzar a la mujer ciclista
Una navarra, tres vizcaínas y una alavesa saldrán hoy de Pamplona rumbo a San Sebastián y aprovecharán su pasión para dar visibilidad a las apasionadas de las dos ruedas
Pamplona-San Sebastián, San Sebastián-Bilbao, Bilbao-Vitoria y Vitoria-Pamplona. Una media de entre 100 y 140 kilómetros al día. Este es el recorrido ... que tiene en mente realizar en bicicleta en cuatro días Erkuden Almagro, presidenta de Bizikume, una asociación que engloba a todas las apasionadas del ciclismo de Euskadi. «Bizikume es un club que nace en Navarra y se han ido abriendo sucursales en el resto de las provincias vascas. Este año que ya se han terminado de unir las alavesas y a modo de conmemoración vamos a inaugurar Bizikume Euskadi uniendo las capitales con un recorrido en bici», explica. Un reto en el que no estará sola ya que viajará junto a otras cuatro compañeras: tres vizcaínas y una alavesa.
«Las chicas que me acompañan en esta vuelta no han hecho nunca 100 kilómetros. La etapa más dura es Donosti-Bilbao, porque yo la quiero hacer siguiendo la costa y es todo muy sube y baja y casi 2.000 metros de desnivel. Haremos entre 100-140 kilómetros al día. Les digo que no tenemos prisa y que vamos a llevar el mínimo equipaje posible para dormir en hoteles o pensiones», relata.
Saldrán hoy y el objetivo es pasar por los ayuntamientos de las cuatro capitales. «Nosotras la hemos llamado la Emakumeen Itzulia. El objetivo es la conmemoración del nacimiento de Bizikume Euskadi y sobre todo la unión de todos los pueblos, quitándole ese componente épico que tiene el ciclismo que parece que las mujeres no podemos hacerlo porque es demasiado duro», explica.
Almagro quiere demostrar que este deporte «es asequible para todas las mujeres y quitarles el miedo a salir a andar en bici». «Te sorprendería la cantidad de mujeres que de repente se han dado cuenta de que quieren hacer algo, que han roto con su vida de siempre. Muchas veces es como un punto de inflexión. Hace poco una chica me había dicho que se quería apuntar y le pregunté qué tipo de bici tenía y me dijo: 'Es que no tengo bici, pero no te preocupes que me voy a comprar una'», recuerda entre risas.
250 mujeres
Erkuden Almagro siempre ha sido una apasionada del ciclismo y compitió en la época de Joane Somarriba. Ahora aprovecha sus conocimientos y hace ruta en bicicleta con otras mujeres a las que también le gusta, sean profesionales o no. «Nos queremos hacer ver, demostrar que las mujeres también podemos hacer deporte de larga distancia. Ahora estamos 250 mujeres en Bizikume. Es un club deportivo que nace un poco con la idea de conocer a más chicas que les guste andar en bici. Me gusta el poder salir con las chicas, tener otros ritmos, no tener que estar pendiente de otros», cuenta. Aunque reconoce que «la masa ciclista que hay de mujeres es inferior a los hombres». «Tenemos que salir a la calle y hacernos ver y dar la vuelta a Euskadi, y si hace falta a España», alega entre risas.
Almagro reconoce que aún hay gente a la que le sorprende ver a un grupo de chicas pedaleando por la carretera. «Tú sales un fin de semana con el coche y hay muchos grupos de chicos e igual van una o dos mujeres. Y nosotras hemos conseguido algo que no se veía y que sigue llamando la atención. Nos juntamos unas 10 o 15, y nos hemos llegado a juntar 70 chicas con la bici de monte. En Pamplona tenemos un desafío que se llama el reto 100 de carretera, que nos juntamos 50. Y en el reto 50 de BTT hacemos 50 kilómetros y el año pasado estuvimos 70», dice.
Y es que en Bizikume hay cabida para tres modalidades de bicicleta: carretera, montaña y paseos urbanos. «Al principio muchas arrancan dando paseos por la ría y luego se van picando y suben al monte. Cuando empezamos en Bizkaia la mayoría de chicas hacían eso, y ya están subiendo Artxanda. Y en Donosti pasó parecido», recuerda.
Además, en la asociación hay sitio para todas. «Nuestra media de edad es bastante alta. La mayor tiene 70 y el año pasado me preguntó si ella podría hacer el Triatlón de Donosti de la mujer. No había corrido nunca ni nadado, la entrené y lo terminó. Hay muchas mujeres de 40, de 50 y de 60 que se han empezado a apuntar. Las jóvenes van más a su rollo y cuesta un poco engancharlas», lamenta.
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