El ZEV Zuazo logra un punto que sabe a gloria

El ZEV Zuazo obtuvo la recompensa a todos esos puntos que se le han escapado por la mínima esta campaña ante los equipos punteros de la liga. El conjunto baracaldés obtuvo un punto que sabe gloria al firmar un valioso empate frente a uno de los grandes favoritos a copar la clasificación, como es Rocasa Gran Canaria (32-32).

Unas tablas en un partido frenético, que se celebraron como si de un triunfo se tratase. No era para menos. La actuación de las zuazotarras fue de menos a más hasta terminar por dar una nota sobresaliente. El tramo final fue de ensueño con la expulsión de Spugnini y las locales recortando tres goles de diferencia en escasos minutos. Todo un golpe sobre la mesa en la lucha por la permanencia.

Las baracaldesas se vieron muy superadas en los primeros compases del encuentro. La escuadra canaria no tardó en demostrar su enorme potencial y entraban por todos los flancos, haciendo parecer a la defensa local muy endeble. Mientras, a las rojinegras les costaba un mundo hacer daño por el carril central, donde chocaban constantemente con una zaga muy robusta comandada por Spugnini.

Es por ello que 'Jaito' solicitó el primer tiempo muerto al cumplirse el primer cuarto de hora de encuentro, viéndose cinco tantos por debajo. Pues bien, las palabras del míster y el descanso supusieron todo un soplo de aire fresco a las zuazotarras, que volvieron a meterse en el partido hasta irse tres por detrás al descanso.

El ZEV Zuazo siguió creciéndose con el paso del tiempo. La zaga se mostraba cada vez más contundente y también afinaron la puntería. Todo iba sobre ruedas. Tanto es así que dieron la vuelta a la situación y se mantuvieron por delante hasta casi llegada la mitad del segundo tiempo.

Fue en ese momento cuando Alba Spugnini, máxima anotadora de la categoría, comenzó también a llevar a cabo un recital ofensivo que terminó con nueve goles bajo su firma. No obstante, la auténtica protagonista estaba en el conjunto local. No fue otra que Madda Fernández Agustí, que marcó diez goles, entre ellos el del empate a escasos segundos de la bocina para desatar la locura en Lasesarre.

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