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Así se pasó Milic la tarde en Maloste, con Coulibaly sobre su espalda. Jordi Alemany

El Gernika carece de margen para agarrarse al partido

Sin acierto desde el perímetro y con Milic abrasada en la pintura, el Girona impuso su potencial para hacerse con el segundo puesto

josé manuel cortizas

Sábado, 22 de febrero 2020, 22:53

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Entraba dentro de lo lógico. También de lo esperado. La visita del Girona a Maloste llegaba en uno de los momentos más inoportunos para los intereses del conjunto gernikarra. Con el escozor aún latente de la derrota europea ante el Valencia, la necesidad mental de pertrecharse para intentar el miércoles la remontada en La Fonteta, con Lo lesionada y Roundtree castigada por un proceso gripal, la gasolina que no sobra y un rival en modo apisonadora que ya puede meter marchas extra con sus incorporaciones invernales. El cóctel era complicado de tragar, pero había que intentarlo. Al final imperó lo que dicta la razón y la chequera. Con un 8-32 de puntos desde el banquillo y un día aciago en el tiro exterior, el Lointek claudicó en su puja por la segunda posición. ¡Como si no fuera excelente la tercera!

Gernika

60

-

69

Girona

  • Lointek Gernika Bizkaia: Ocete (3), Dietrick (9), Wojta (20), Arrojo (3) y Milic (17) –equipo inicial–; Ariztimuño (2), Mazionyte (6), naiara, Roundtree, Molina.

  • Spar CityLift Girona: Palau, Mendy (9), Araújo (13), Elonu (11) y Coulibaly (4) –equipo inicial–; Bishop (20), xargay (12), Nuria Martínez.

  • PARCIALES: 14-18, 7-17 (21-35), 11-15 (32-50), 28-19 (60-69).

  • árbitros: Lema, Iglesias, González Cuervo. Sin eliminadas.

Aunque es el equipo de Mario López un colectivo que no se conforma, que le duele cuando no se ve al final de un partido por delante en el luminoso. Esta vez sólo se sintió poderoso y con opciones durante el primer cuarto. Hasta el 14-11. Desde ese instante se adentró en el segundo acto recibiendo un 0-11 que impidió que el partido tuviera retorno. Alimentó esa superioridad que Eric Suris manejara su fondo de armario dando entrada a Bishop y Xargay, dos estrellas internacionales en sus respectivas selecciones.

El choque hasta entonces no le había convenido en absoluto a las vizcaínas. Como anunció su técnico en la víspera, era un secreto a voces que las catalanas llegarían con la barredora, haciendo gala de un físico superior, negando bloqueos y proponiendo un reparto de cera en la pintura. En estos casos la línea arbitral es especialmente delgada. No influyeron en absoluto en el resultado, vaya por delante, pero el manejo del tamiz, de la fórmula para medir a unas y otras siempre deja un poso. En este caso con la falta de respeto hacia Milic. Que la serbia se viera llegando al vestuario con tres faltas y una cuarta en la primera acción de la reanudación con todo lo que tuvo que soportar de la protegida Coulibany es de muy compleja digestión. Salvo una acción en la que no hizo nada más que plantarse como un poste sin bajar los brazos ante una entrada de la australiana Bishop, el resto de personales con que le sancionaron seguro que le fueron. Pero por el camino se comió empujones, caderazos, contacto en manos, cintura y brazos, la envergadura de su rival africana abrazándola en cada rebote buscado. Especialmente importante dado que ante la pólvora mojada desde el perímetro era la balcánica la única que facturaba con regularidad.

Tardaron las gernikarras 26 minutos en anotar su primer punto desde el banquillo y 32 en materializar su primer triple. En la recta final, con la remontada reducida a quimera, Wojta hizo lo que debía, desfondarse, tirar del carro y minimizar el desgaste de sus compañeras ya que volverá a no vestirse el miércoles en Valencia. La inercia y el amor propio hizo que el Lointek regresara desde su demora máxima de 21 puntos (41-62) para limitar el daño a un solo dígito, pensando ya desde muchos minutos antes en reforzarse anímicamente para la gran hazaña que espera protagonizar en el Eurocup, remontando 10 puntos en La Fonteta.

«Nos falta un poco de gasolina», reconoce Mario López

El Lointek Gernika nota el peso de la temporada. «Nos falta un poco de la gasolina que hemos tenido todo el año», reconoció Mario López tras la derrota ante el Girona. El técnico del conjunto vizcaíno sacó, eso sí, una conclusión positiva: «Era importante acabar el partido con buenas sensaciones. En el último cuarto hemos conseguido maquillar el resultado, pero no podemos olvidar lo que ha sucedido en los tres primeros cuartos». El Lointek concedió demasiada ventaja. «Al principio hemos aguantado, aunque con alguna jugadora como Nina (Milic) con faltas. Pero cuando a un equipo de este nivel le concedes catorce puntos, juega más cómodo».También Belén Arrojo creía que el cansancio había frenado al Gernika. «El partido del Valencia nos ha pasado un poco factura, hubo mucho desgaste y se ha notado en el final de este encuentro contra el Girona, en el ritmo. La esperanza no la perdemos. Han sido dos partidos complicados y ahora nos viene el Valencia y luego vamos a Lugo», señaló.

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