Aitana Rodrigo devuelve a Bizkaia a lo más alto de la velocidad

Fue en un ya lejano 1993 cuando Cristina Castro se anotaba en el Velódromo de Anoeta su tercer título nacional de 60 metros consecutivo. La velocista de Galdakao quedó a la espera desde entonces de sucesora en lo más alto del campeonato indoor, y ayer encontró el relevo en otra atleta de la misma localidad. Aitana Rodrigo, un talento que todavía no ha cumplido los 20 años encadenó anoche en Ourense dos títulos de España en dos semanas. El espectacular triunfo de Salamanca en el sub'23 que le colocaba como la segunda atleta más rápida del invierno lo corroboró en tierras gallegas con un triunfo ex aqueo con la favorita María Isabel Pérez, en una demostración de garra y valentía que recibió el premio del oro.

Rodrigo llegaba a Ourense con cautela. Después de la explosión de Salamanca, de colarse entre las diez atletas más rápidas de todos los tiempos en los 60 metros bajo techo, no quería que ese ruido la distrajera. «Sé que las expectativas están altas, pero no quiero que eso entorpezca la competición. Yo ya he hecho mi trabajo, lo he hecho en mi competición -el sub'23, su verdadero objetivo invernal-, y ahora es un plus. Si sale bien, perfecto, pero no quiero ir con presión», declaró antes de viajar a Ourense.

Pero la cuestión es que los números y las sensaciones dictaban que era una clara candidata a pelear por las medallas. Se trataba de controlar las emociones y sacar todo el talento y el trabajo que tiene dentro la velocista vizcaína, y lo cierto es que los nervios estuvieron presentes para complicar las cosas. «Lleva todo el día nerviosa y con malas sensaciones», declaraba su entorno antes de llegar el gran momento. De hecho, en semifinales Aitana tuvo una mala salida que le llevó a calificarse para la final por tiempos, después de ser tercera. Pero esta estudiante de ingeniería Biomédica en Mondragón y que tiene que hacer maravillas para cuadrar estudios y entrenamientos en San Sebastián tuvo tiempo de calcular que ser tercera le daría el pase por tiempos.

Así fue, y además se encontró el 'regalo' añadido de la eliminación de Jael Bestué, una de sus rivales en la pelea por los metales. En la final le tocó ir por la calle uno, pero no le importó demasiado. Porque su puesta a punto fue brillante. Valentín Rocandio, su entrenador, le dijo que se olvidara de todo, que disfrutara y que demostrara el trabajo que había realizado, y desde los tacos ella mandó en la final. María Isabel Pérez, calle tres, y Ona Rosell, calle cinco, se lanzaron tras ella, pero la línea de meta se acercaba y la vizcaína seguía primera. Pérez, en un esfuerzo final, cazó a Aitana en la misma parrilla de meta. Y las dudas crecieron.

Nadie sabía el resultado, el orden de llegada. La foto finish tardó, y cuando ofreció la imagen de las atletas, devolvió tal igualdad que el resultado fue un empate técnico entre Pérez y Aitana Rodrigo. Un título inesperado, pero dotado de una gran calidad, puesto que el 7.38 de la de Galdakao viene a corroborar que a punto de cumplir 20 años, ya es todo un talento de la velocidad española.