Ona Pérez: «Es díficil enganchar a las niñas a este deporte»
Entrenadora del Lautada de waterpolo femenino ·
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Entrenadora del Lautada de waterpolo femenino ·
La catalana considera que los partidos por televisión «ayudan a cambiar el 'chip'» y sumar jugadorasNecesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Martes, 24 de septiembre 2019, 22:36
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Ona Pérez (Barcelona, 25 años) ha heredado el amor por el waterpolo de su padre Sergi, entrenador profesional. Cuando tenía ocho años, su familia emigró a Euskadi, primero al Askartza vizcaíno y posteriormente al Bidasoa de Irún. Entre traslados y piscinas, nuestra protagonista aprendió a nadar y a coger gusto por dirigir a niños y niñas y enseñar los primeros pasos de esta modalidad, donde la resistencia y fortaleza física se hacen imprescindibles para sus practicantes. Desde hace tres años dirige al equipo femenino y la escuela del Lautada, club alavés que milita en Liga Vasca y tiene la media de edad más joven. En torno a los 16 años.
-Hace tres años se encontró con una estructura por hacer en el Lautada, ¿es difícil empezar de cero?
-Bueno, no empecé de cero. Había un equipo mixto donde se juntaban chicos y chicas en categoría cadete. A partir del año pasado sacamos un equipo absoluto femenino y uno juvenil. Este año seguimos con los mismos y nuestra intención es sacar alguna categoría más femenina. Es un proceso y un trabajo que va poco a poco.
-¿Cómo ha sido ese proceso de reclutar jugadoras para un deporte tan minoritario?
-Es difícil. Pero ha sido cuestión de ir sembrando. Empezamos con la celebración de un campus de verano exclusivamente femenino durante cuatro días. Hace una semana invitamos a dos jugadoras de la selección española, Anna Espar y Marta Bach, con las que compartimos un entrenamiento y posterior charla con ellas. También estamos desarrollando una campaña de divulgación por colegios, sobre todo entre niñas, para que vean que ellas también pueden jugar a waterpolo, porque creo que se sigue considerando como un deporte de chicos. Por eso, es muy difícil engancharlas.
-¿Esa relación del waterpolo con solo hombres no ha cambiado tras los últimos éxitos internacionales de la selección?
-Creo que siguen relacionando el waterpolo con un deporte muy duro, donde la gente se pega y eso se vincula a chicos, con físicos muy grandes. Al relacionarse con un deporte de contacto, parece que las mujeres no tienen cabida. Pero todo lo contrario porque se necesita mucha velocidad, tiene estrategia y más elementos. Es cierto que desde que el waterpolo femenino se ve por la tele con mundiales, europeos y juegos olímpicos, la imagen ha ido cambiando y ha ayudado a cambiar el 'chip' y a que más niñas se animen.
-El Lautada compite en Liga Vasca como el equipo más joven con apenas 16 años de media, ¿es lo normal?
-Bueno, como es un equipo de reciente construcción, lo hicimos con chavalas de 14, 15 y 16 años. Es un hándicap porque son edades difíciles donde compatibilizan estudios y adolescencia, es decir, salir con las amigas, ir de fiesta. Es un sacrificio para ellas porque entiendo que el fin de semana quieren repartir su tiempo y el compromiso con el waterpolo es alto entre entrenamientos y días de partido. Es verdad que somos las más jóvenes. La mayor tiene 18 años y la más pequeña 12. No es habitual. Los equipos rivales tienen jugadoras con más edad y clubes con más tradición femenina. En Euskadi, el Leioa tiene a su equipo absoluto en la máxima división y también en Navarra.
-¿Considera que esta segunda temporada forma parte de una fase experimental del Lautada?
-Bueno, es una continuación. El año pasado fue una primera temporada dura, porque venían de no competir, de no saber qué era una liga. El aprendizaje fue muy grande y nos ha servido mucho. Además, quedamos terceras por la cola, un buen resultado. Este año, queremos continuar en esa línea de aprender y avanzar.
-Según su experiencia, ¿qué futuro le augura al waterpolo alavés?
-Poco a poco se está empezando a conocer más este deporte y está provocando que muchos niños y niñas vengan a probar. El campus de septiembre fue muy efectivo. Han salido tres nuevas chicas de 11 y 12 años y puede ser un caldo de cultivo. Soy optimista.
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