Las Gloriosas recuperan su esencia habitual

Crespó alineó el mismo esquema que plasmó ante el Atlético de Madrid hace una semana. La novedad principal fue la inclusión de Carla Armengol como carrilera, formando un 5-3-2 que en los primeros compases de juego no resultó ser efectivo ante las visitantes. El cuadro dirigido por Cristian Toro aterrizó en Vitoria con la clara intención de hacer olvidar el último tropiezo sufrido ante el Villarreal. La incorporación de Payne en banda derecha fue un quebradero de cabeza tanto para Garazi como para Vera, con un desequilibrio que propició las ocasiones más claras de las andaluzas. La propia nigeriana originó el primer tanto del Sevilla, con un pase por alto que sorprendió a la zaga alavesista y que aprovechó la paraguaya Martínez a la primera media hora de juego.

El plan no terminó de funcionar para las Gloriosas. Crespo no lo vio claro y decidió llamar a Ane Miren y Auñón. Era el minuto 38 de partido, algo muy poco usual en el técnico albiazul, que canceló los cambios que tenía en mente después de ver cómo sus pupilas aprovecharon una de las pocas ocasiones de peligro. En un saque de banda, Chamorro levantó la cabeza y puso un pase raso dentro del área para que Carrillo, adelantándose a la defensa, batiera a Sullastres. El Alavés, con garra y corazón, finalizó la primera parte con mejores sensaciones y empequeñeció la presencia del Sevilla.

El descanso sirvió para que las Gloriosas saltasen al césped de Ibaia con las ideas mucho más claras. Tanto fue así que Mikel Crespo decidió dar entrada finalmente a Ane Miren y Auñón. El Alavés pasó del 3-5-2 al habitual 4-3-3, con Chamorro, Carla y la alavesa en línea de ataque. El resultado, como es habitual en el técnico albiazul, hizo efecto nada más pitar la colegiada la reanudación del choque. Chamorro, ante dos defensoras, estrelló el balón en el larguero y el público de Ibaia presenció una nueva reencarnación de las Gloriosas.

El Sevilla se apagó. Su presencia en el centro del campo disminuyó y el trabajo defensivo de Miriam y Clark tuvo sus frutos. Ambas jugadoras, con Miku adelantando líneas, compensaron la balanza a favor del Alavés, que no desaprovechó las ocasiones para hacer daño desde las bandas y con una Lice Chamorro que vivió sus minutos de gloria. Con el partido completamente abierto, Crespo decidió dar un paso más e incorporó a Nerea Nevado por Miku.

Las Gloriosas apretaron aun más, pero no pudieron anotar el segundo gol. A pesar de todo, las alavesas demostraron que Ibaia continúa siendo un fortín. Un punto que sirve para que el objetivo esté mucho más cerca.