Palau abre la puerta de una semifinal que mereció Tirera

La base, cero puntos hasta ese momento, muta. El 'laissez faire et laissez passer', que en el baloncesto viene a ser pasarla y dejar hacer, se termina. La eterna directora de Barcelona, que llevaba ya 5 de las 9 asistencias de su equipo, exige el balón. Marca jugada -toca con su mano izquierda la cabeza-, mira a un lado, asiste al otro. Su firma. Después, clava un triple para romper el empate a 43. Sus primeros puntos del partido. Aviso a navegantes.

La defensa del Girona eleva el nivel. Suris alterna zonas e individual. Rubén Burgos, el entrenador taronja, pide tiempo cuando Palau vuele a anotar (48-46). Dárselas todas a Tirera en el poste (22 puntos) ya no iba a funcionar. Partidazo de la de Malí. Y sumando solo con tiros libres de Abalde tampoco llegarán a destino.

Con un tanteo tan bajo durante todo el encuentro cada canasta vale oro. Burgos modifica su defensa. La dificultad para anotar de ambos equipos, por demérito de las tiradoras, se convierte casi en un milagro, por mérito de las defensas.

Eso a Palau le preocupa poco. Penetra, se queda sin espacio, busca el contacto para ver si cae la falta... Y como nada sale, se inventa una asistencia para Murphy, que esperaba sobre el tiro libre. Canasta.

Al último minuto se llega 51-49. Las levantinas nunca dejaron de tener sus opciones intactas. Fue un cara o cruz. La cruz de Anna Gómez, que a 13 segundos del final llega hasta debajo del aro gerundense y falla la bandeja que forzaba la prórroga.

El pecado de Davis, que se quedó cinco segundos dudando si hacer falta a Buch, que esperaba en medio campo a que el tiempo expirara, condenó al Valencia. Tuvo que llegar Gómez desde el aro contrario.

La base del Spar Citylift anotó el primer tiro libre -poniendo el 52-49 definitivo-, marró el segundo y celebró la victoria. Con dos segundos y Colhado punteando el rebote ofensivo, el paso a la semifinal estaba sellado para las actuales subcampenas de Copa y líderes de la Liga DIA

El partido, malo en anotación, fue un clinic táctico durante los primeros veinte minutos. La prueba de que por caminos complemente opuestos se puede llegar al mismo término.

Las taronja fiaban cada ataque al talento de Meiya Tirare. A la pívot africana se le queda pequeña la competición nacional. Amenaza constante de espaldas al aro, su juego de pies y la facilidad para anotar (71%, cuando el Girona no pasó del 27% y sus compañeras rozaron el 40%) hacen que sea un placer verla en pista. Y eso contra dos de las mejores 'centers' del campeonato: Colhado y Reisingerova. Si la malí no encontraba el camino, las tiradoras apostadas en el perímetro pedían paso.

Justo al revés que el Girona. Su concepto, más elaborado, más colectivo, le otorgó varias opciones de romper el duelo ya en el segundo cuarto. No las aprovechó y casi lo paga. Es el maldito miedo a perder el primer día. La Copa y sus sorpresas. Su próximo obstáculo será un Cadi La Seu que tuvo también que sufrir y remontar ante el Araski.