Mencía Alegre: «Mi reto es estar en el mundial sub'20»

Mencía Alegre cumplirá en unos días 17 años. Estudia 2º Bachiller y viene de proclamarse campeona de España sub'18 en su especialidad de disco, en la que es capaz de lanzar a más de 44 metros. Trabajadora y siempre bien aconsejada por su inseparable entrenador Kike Fernández, la atleta del club La Blanca nacida en Miranda de Ebro, apunta a ser una de las lanzadoras con más proyección nacional.

–Tras lograr el campeonato de España sub'18 ha puesto la guinda a este 2020. ¿Es su mejor año como atleta?

–Desde luego que ha ido muy bien. No iba como favorita al campeonato de España, yo iba con segunda mejor marca. Salió redondo. Mi objetivo era ganar y estoy muy contenta. Era mi última competición como juvenil y, aunque nos pasa a muchos atletas, te confieso que entrenando lanzo una maravilla, hasta 48 metros. Llevo así casi un año. Me habría gustado hacer una mejor marca. Es la espina que se me queda.

–Forma un gran tándem con su entrenador Kike Fernández. ¿Han desarrollado un plan de trabajo diferente esta temporada a tenor de los grandes resultados?

–Salvo en el campeonato de España absoluto, no he bajado del podio en todo lo que he competido. Es fruto del trabajo. La temporada 2019 también fue muy bien. Venimos de dos muy buenas. No hemos hecho un trabajo específico. Eso sí, trabajar muchísimo.

–¿En su cabeza está superar su mejor marca con disco de 1 kilo que tienen con 44.29 y acercarse a los 48 metros?

–Es mi objetivo. Hacer en competición oficial lo que hago entrenando. Los nervios me pasan factura aunque ahora los estoy controlando un poco más. Cuando entreno con Kike me siento bien, estoy concentrada y eso repercute para que lance más que la marca que tengo. Me pasa que llego a una competición y la mente se me pone en blanco y se me va todo.

–¿Eso fue lo que le pasó en su debut en el campeonato de España absoluto para concluir en la duodécima posición?

–Ya no la posición, sino los 37 metros que lancé, que es poquísimo. De las peores marcas que he hecho compitiendo. Fue la peor competición de mi vida. Lo pasé fatal, hacía mucho calor en Madrid y no estuve nada cómoda, además de que era la primera vez que competía en un absoluto. Y los nervios. Esperaba meterme en la final y poder lanzar 43 metros. Me quedo con la experiencia.

–Confiese, ¿está un poco cansada ya del disco esta temporada?

–(Risas). Ni lo sabes. Menos mal que ya llevo varias semanas descansando del atletismo y tomándome vacaciones deportivas, que no académicas, porque tengo un montón de exámenes. Venía de no parar desde septiembre de 2019, porque durante el confinamiento entrené todos los días, sin parar ni uno solo y he competido mucho. Estaba un poco saturada.

–La próxima temporada estrena categoría junior. ¿Son palabras mayores?

–Después iría la categoría sub’23 antes del senior absoluto, así que todavía estoy en el camino, pero la exigencia empieza a crecer. El peso del disco seguirá siendo de 1 kilo. Yo voy a ir a por más, a seguir mejorando porque soy muy competitiva conmigo misma. Ese afán por superarme en cada entrenamiento lo llevo siempre. No sé si es tan bueno, porque las cosas no siempre salen. Quizás me exijo demasiado, pero no lo puedo evitar.

–¿Qué atisba para el 2021 como reto ambicioso?

–Hay un campeonato del Mundo sub’20 que de mínima para atletas españoles andará sobre los 49 metros. Será mi objetivo, clasificarme para ese Mundial. Yo creo puedo estar.

–Como mujer con las ideas tan claras, ¿sigue queriendo estudiar Derecho?

–Buff (risas). Ahí me has pillado. Ya no lo tengo tan claro. Estoy un poco perdida. El Derecho no sé si es lo mío, lo veo un poco aburrido. Y eso que vengo de familia de abogados. Estoy haciendo el bachiller de Ciencias sociales. Quizás tire por Económicas o Administración y Dirección de Empresas. Tengo algunos meses aún para decidir.