Volver a empezar
Sin rodeos ·
La fugacidad de los ministros de Cultura contrasta con la perdurabilidad de los asuntos pendientes
En la cultura pública la fugacidad de los ministros es directamente inversa a la perdurabilidad de los asuntos pendientes. Pasan los ministros y sus equipos, ... pero permanecen los temas que aguardan resolución. José Manuel Rodríguez Uribes ha sido un ministro fugaz, solo un año y medio en el cargo, algo menos que su antecesor, José Guirao, pero bastante más que Màxim Huerta, el recordman absoluto de la brevedad ministerial. 'Tempus fugit', que diría el clásico, pero no tanto cuando se refiere a los asuntos pendientes del ministerio, cuya resolución pasa de un ministro a otro o de una legislatura a la siguiente. Pongamos el ejemplo del mecenazgo, de cuya modernización ya se hablaba en tiempos de Aznar, de cuya promesa de reforma legal también se hizo portavoz Mariano Rajoy y de cuya concreción se hicieron igualmente eco los ministros de Zapatero y Sánchez. Lo mismo ha sucedido con el Estatuto del Artista, anunciado en el ya lejano 2016 como reto del ministro Íñigo Méndez de Vigo, concretado a medias después por José Guirao mediante un Decreto Ley, nunca rematado por el saliente Rodríguez Uribes y ahora aplazado para 2022 en su aprobación parlamentaria.
Incluso, aunque estos días haya habido 'fumata blanca' con el alquiler de la colección de Carmen Thyssen, todavía siguen pendientes muchos asuntos pospuestos o retrasados que son capitales para la protección y el estímulo de la cultura, de su cuerpo social, de su estructura creativa e incluso de su concepto económico e industrial. La cultura es una materia transferida a las autonomías, con lo cual el ministerio y su presupuesto tienen una importancia relativa en las cuentas del Estado, pero también un papel capital en la iniciativa legislativa sobre la política cultural. Otra cosa es su jerarquía en la agenda política del Gobierno o el liderazgo y el peso político del ministro de turno, algo no siempre coincidente o concurrente. Ahora llega de rebote político un nuevo ministro, Miquel Iceta, apelando a la pluralidad lingüística y a la complicidad del Ministerio de Hacienda. Pues eso, lo de siempre, volver a empezar…
Música
Mirada atrás
Se impone la mirada nostálgica a la poesía urbana y a la música suburbial del alto y bajo Manhattan de finales de los 60 y principios de los 70. En Cannes, Todd Haynes ha revisitado cinematográficamente el preludio punk y postpunk de la Velvet Underground, cartografiando sus orígenes, sus influencias, sus protagonistas y hasta sus adicciones. Justo cuando también se anuncia en Reino Unido para mediados de agosto la publicación de una nueva biografía, se dice que definitiva, de la icónica y misteriosa Nico, la cantante de la banda y efigie bien nominada como 'Femme Fatale', 'Chelsea Girl', 'la Dietrich del Punk', la 'Garbo del Gotha', la 'Heroína de los Yonkis' o el 'Enigma Andante'. Seguramente el rigor biográfico nos lleve a desmitificar la importancia sobrevalorada de Nico en la historia del rock, aunque la nostalgia y su gozo afectivo se opongan. En fin, mejor leer desapasionadamente la biografía escrita por Jennifer Otter Bickerlike, relato posmoderno y al uso de un ascenso y un descenso a los infiernos, con estación final en un día como hoy en la Ibiza de finales de los 90.
Arte
Vuelta a la normalidad
La vuelta a la normalidad de Arco será emulada por dos de las grandes ferias europeas. La primera es Art Basel, que tendrá lugar la última semana de septiembre. Tras ella, la 47 edición de la FIAC parisina se celebrará a finales de octubre. En ambas se ha anunciado el sometimiento de los visitantes a estrictas reglas sanitarias, la observancia de aforos y la confluencia de la oferta presencial con las visitas virtuales. La FIAC incluirá 106 galerías de 25 países, con muchas de las grandes del sector. Lo mismo se prevé en Art Basel, donde además la experiencia 'online' durante la pandemia en sus certámenes filiales de Miami y Hong Kong va a permitir una notable extensión de la oferta. Peor suerte ha corrido la Tefaf de Maastricht, cancelada este año después de dos aplazamientos en marzo y mayo y tras su clausura anticipada en la pasada edición, cuando 25 asistentes dieron positivo en Covid.
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