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El San Valentín más insólito de 'First Dates': un hombre virgen a los 62 y otro que presume de su potencia sexual a los 71

El programa de Carlos Sobera se guardó las citas más surrealistas para el día de los enamorados

Jueves, 15 de febrero 2024, 09:59

Los espectadores de 'First dates' vivieron un San Valentín inusual. Lejos del romanticismo que rodea al día de los enamorados, en el programa de Cuatro se escogieron las citas menos románticas de todas. Incluso alguna dejó comentarios de mal gusto, que incomodaron a la invitada.

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En el espacio de Carlos Sobera se vio anoche todo tipo de perfiles: desde un hombre que sorprendía a su cita por ser virgen a los 62 años hasta otro que presumía de su potencia sexual a los 71.

La más sorprendente de todas las citas fue la de Gaspar y Esther. Este hombre de 71 años llegaba al famoso restaurante con una bonita pajarita y con la cabeza muy alta al reconocer que es «infiel». El soltero afirmó que «todas las parejas me han jodido porque tengo unos ojos muy bonitos» y aseguró ante las cámaras que, a pesar de su edad, puede tener «hasta tres relaciones sexuales en una noche».

Enfrente, tenía a Esther, «una mujer muy fuerte y potente». Se sentaron en la mesa y comenzaron a charlar. Ella le confesó que buscaba una persona activa, «potente», y este metió la pata en su respuesta: «Para el sexo, sí, pero para ir de aquí para allá, no». Primer error. No fue el único. Cuando Esther le preguntó por cómo era en pareja, Gaspar echó por tierra sus pocas opciones de conquistarla: «A mí me gusta besar en la boca y comerme lo de abajo». Se acabó. Terminaron la cena y cada uno por su lado, aunque Gaspar todavía se mostraba sorprendido porque Esther no se hubiese lanzado a darle «un pico».

La noche iba de sorpresa en sorpresa. Como la que se llevó Magdala cuando su cita, un apasionado de Cristo llamado Carlos le confesó que era virgen a los 62 años y que concibía el sexo solo para tener descendencia, y siguiendo un orden: «Enamorarme, casarme y luego intentar tener hijos». De hecho, el hombre le preguntó en su primera cita si quería intentar ser madre con él. Ella, sorprendida por el comentario, se negó. Pero Carlos seguía erre que erre: «Podemos pedir ayuda médica o adoptar».

Como era de esperar, Magdala le dijo que no a una segunda cita y Carlos se echó a llorar... o, al menos, lo simuló: «Siempre serás mi reina», soltó como despedida.

«Me mide 20x5, un misil»

Ya para concluir la noche, llegó la cita de José y Sergio. Dos chicos muy apasionados que confiesan ser «fogosos». «En mi vida he estado con unos mil hombres y espero estar con unos cuantos más», le dijo José a su cita.

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La cosa marchaba como la seda entre los dos. Se entendían a la perfección. Cuando les preguntaron por el significado de San Valentín, ellos afirmaron ser más «del día a día» que de «una fecha concreta». Para Sergio, por ejemplo, lo más romántico es su pareja «baje a comprar porras y churros sin avisar».

A José se le nubló la vista en ese momento, y pasó del desayuno al sexo. Sergio se avergonzó ligeramente: «Nos estamos pasando». Pero el tema de conversación ya estaba sobre la mesa y no iba a desaparecer: «¿El tamaño importa?», preguntó José. Su cita, sin embargo, optó por el sarcasmo: «¿El tamaño de qué? ¿Del corazón? ¿Del hipotálamo?».

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Los dos se fueron calentando y acabaron confesándose las medidas. «Me mide 20x5, un misil», aseguró Sergio. José se quedó sorprendido: «Más de 16 ya es mucho». Los solteros se gustaron y se fueron juntos de la mano.

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