Plantón histórico en 'First Dates': un soltero de Bilbao aprovecha que su cita va al baño para salir corriendo
Álex, de 23 años, no sintió atracción por Sandra y no puso ningún interés para tratar de conocerla, una actitud con la que la joven se sintió «muy humillada»
Espantada de libro. Un soltero de Bilbao ha hecho historia en 'First Dates' por protagonizar un plantón que hasta ahora no se había visto. Álex, de 23 años, aprovechó que su cita se iba al baño para salir corriendo del restaurante y no tener ni que despedirse.
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Sandra, de 25 años, y Álex participaban en el famoso programa de citas de Cuatro para tratar de buscar pareja. El primer encuentro no resultó como esperaban. Carlos Sobera les presentó a la entrada del restaurante, pero no se gustaron. Esa primera impresión a veces marca y, en esta ocasión, vaya si lo hizo. El chico contó que no le ha gustado el físico de Sandra y decidió minimizar sus palabras para no perder el tiempo.
Una vez en la mesa, había que sacarle las palabras de la boca. Ella se dio cuenta del poco interés mostrado por Álex en conocerla y se sintió muy molesta. La chica trataba de entablar conversación con diferentes temas, pero él contestaba con desgana. A ella, él tampoco le había gustado, pero sentía que las personas se merecen una oportunidad y que por educación tenían que intentar conocerse.
Sandra, ni corta ni perezosa, se atrevió a preguntarle qué le había parecido y él contestó con sinceridad: físicamente no le había gustado y él necesitaba atracción para enamorarse. La cita parecía no ir hacia ningún lado. Sandra decidió ir al baño para hablar con su madre y contarle lo que estaba pasando, momento en que Cristina, la camarera, se le acercó y le preguntó qué pasaba. Álex no dudó en confesarle que se quería marchar. «Ya sabemos que no va a haber nada y prefiero casi irme ya», le anunció.
La camarera le acompañó hasta la puerta, pero le aconsejó que igual debería despedirse de su cita. Él no lo vio necesario y se marchó: «Nos conocemos de diez minutos, no le va a importar». Al regresar a la mesa, Sandra no daba crédito. Se sintió «humillada» por el plantón, explicó con los ojos vidriosos. «Puedes no congeniar, pero nunca me han dejado tirada en una cita. No me esperaba esto. Me esperaba más madurez, al menos que se hubiera despedido. Me ha parecido una cerdada enorme que me haya abandonado de esta manera», afirmó la joven.
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