De triunfar en 'Al salir de clase' y el 'Grand Prix', a dedicar su vida a Dios

Pilar Soto triunfó en la televisión en la década de los 90 y principios del 2000, pero de un día a otro se le perdió la pista. Diez años después reapareció completamente renovada tras sufrir anorexia y bulimia, y desintoxicarse de las drogas

A.M.

Miércoles, 26 de julio 2023, 11:39

El pasado lunes regresó a la televisión uno de sus programas más icónicos. Dieciocho años después volvía a emitirse el 'Grand Prix' y congregaba a más de dos millones y medio de espectadores en el canal principal de TVE. A los mandos, de nuevo, Ramón García, pero esta vez, rodeado de grandes novedades.

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Sin vaquillas -la actual ley de bienestar animal prohibe este tipo de espectáculos-, con grandes cambios en algunas de las pruebas y con una streamer como locutora. No gustaron muchas de estas novedades, que no fueron las únicas. También desaparecieron las azafatas, sustituidas por Cristinini, que hace de streamer, y la actriz Michelle Calvó, como embajadora de los pueblos.

Durante el estreno del 'Grand Prix', muchos se acordaron de la popular azafata que acompañó a Ramón García durante los veranos de 1999 y 2000 en TVE. La actriz Pilar Soto se hizo famosa gracias a su papel de Pamela en 'Al salir de clase'. Significó su despegue en la pequeña pantalla, donde tuvo dos grandes momentos más. Tras su aventura en el 'Grand Prix' triunfó junto a Victor Sandoval en Telemadrid con el programa de corazón 'Mamma Mía'. Fue tal el impacto que generó el dúo que terminaron por dar las Campanadas en la Nochevieja de 2001.

El último gran recuerdo de Pilar Soto en televisión fue durante su paso por 'La isla de los famosos' en 2004. Aquella aventura fue breve -tan solo duró dos semnas- pero la actriz dejó una gran huella entre los espectadores, que pudieron conocer su faceta más personal. Pero desde aquel momento, se le perdió la pista. Nunca nadie volvió a saber de ella.

Diez años después, Soto reapareció en 'Sálvame Deluxe'. Allí explicó que venía de vivir un calvario. Sufrió dos trastornos de conducta alimentaria: anorexia y bulimia. Y por el camino tuvo que desintoxicarse de su adicción a la medicación, el alcohol y las drogas. «Sufrí varias sobredosis, pero yo seguí trabajando, perdí muchísimo peso», explicó en aquella entrevista Pilar Soto.

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El secreto para salir adelante fue la fe en Dios. «Llamé a Cristo y vi su rostro», desveló. Soto se abrazó al catolicismo e ingresó en el convento de Las Clarisas en Madridejos, en Toledo, donde terminó de recuperarse de su enfermedad. Su pasión por el cristianismo fue a más y presenció en directo la beatificación de Juan Pablo II.

A día de hoy, Soto compagina su trabajo en la comunicación con su fe católica. Ha trabajado en diferentes medios, muy vinculados al catolicismo, como Popular TV e Intereconomía, y ha colaborado con otros como la Cadena Cope o ABC. Eso sí, que nadie intente buscarla en redes sociales porque no las tiene. Soto, muy reservada en su intimidad, lleva sin aparecer públicamente desde antes de la pandemia cuando presentó su libro autobiográfico 'Conversión'.

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