«La llegada del Tour tiene que ser una buena excusa para fortalecer algo que se debilita»

- Lo suyo no tiene nombre ni calificativo. Del sillín a pilotar 'Gaur Egun'.

- Ha sido extraordinario. Cuando competía eran dos mundos apartados, separados por una barrera y ciertas suspicacias, y, entonces, yo lo contemplaba desde esa distancia. Al principio, tampoco me lo creía ni me veía en esa labor. Lo consideraba algo anecdótico, pero es que fue una cascada de llamadas. Agradezco la confianza depositada en mí. También es cierto que me atraen los retos y soy perfeccionista, una herencia del ciclismo.

- ¿No sopesó la posibilidad de emprender una carrera en el campo técnico?

- Me formé como entrenador en Madrid, Estados Unidos y Canadá. Me apasionaba la parte fisiológica, los entrenamientos, nutrición o la potencia, leía todo lo que podía. Cuando acepté las ofertas de los medios pensé que se abría una puerta para hablar de temas de preparación, el entrenamiento en altitud o los ejercicios anaeróbicos, por ejemplo. Me siento muy satisfecho y no soy mucho de mirar hacia atrás.

- Estamos ante una nueva edición de la Itzulia-Vuelta al País Vasco. ¿Qué alicientes presenta?

- Participa Jonas Vingegaard, ganador del pasado Tour, muy motivado y algo dolido por su decepción en la pasada París-Niza. Asimismo, estarán Daniel Felipe Martínez, David Gaudu y dos o tres vascos que optan al podio. Es una de las mejores carreras de la agenda ciclista, una cita ineludible que siempre cuenta con un buen ambiente.

- Euskadi era el territorio del ciclismo. ¿No ha decaído el entusiasmo?

- Hubo un boom con los éxitos de Miguel Induráin, Joseba Beloki y otros corredores de grandes objetivos, y el equipo Euskaltel supuso un punto de inflexión. Creo que la acogida se debe a que convergen los valores de la idiosincrasia vasca y los del ciclismo porque nos gusta el sacrificio, medirnos ante las adversidades y demostrar que podemos superar obstáculos. Ahora nos hallamos ante una pequeña crisis y no sé si es porque los jóvenes tienen más alicientes al margen de los deportes. Ha decrecido el número de participantes y, por tanto, la posibilidad de grandes campeones. La llegada del Tour tiene que ser una buena excusa para fortalecer algo que se debilita.

- ¿Qué opina de que la gran carrera por etapas comience en Bilbao y de cierta controversia que se ha generado por su coste?

- Que venga al País Vasco es una gran noticia y debe suponer un éxito absoluto. Se ha puesto el foco sobre la rentabilidad turística y yo destacaría que ha de servir para fortalecer las infraestructuras y reflexionar sobre lo que debemos cambiar. ¿La inversión es elevada? Los números se me escapan. Dependerá de lo que recojamos.

- Hay quejas sobre la inviabilidad de las carreras locales por sus elevados costes.

- No solo es una cuestión económica. Yo organizo pruebas en el campo amateur y una de las dificultades es el cambio que sufre la sociedad. Una de las joyas de este deporte es el trabajo de voluntarios y eso se está perdiendo. Se ha producido una ruptura en el relevo y faltan colaboradores en el tramo entre 20 y 45 años. El problema es alarmante porque su trabajo es imprescindible y no podemos funcionar con profesionales.

- ¿A quién atribuye la responsabilidad?

- A todos, federaciones, entidades locales y Gobierno vasco. Estamos acostumbrados a echar la culpa al otro y nos falta autocrítica. También tiene gracia que haya muchos practicantes de cicloturismo que disfrutan de las carreras y sea difícil encontrar a alguien que cubra la seguridad en un cruce. Prima el bienestar propio.

- Cuarenta y cuatro ciclistas fallecieron atropellados el año pasado en España, según fuentes del Ministerio del Interior. ¿Esta situación es preocupante?

- Muy preocupante. La relación entre los cicloturistas y el tráfico es difícil y los 'bidegorris' no son la solución para el ciclismo de élite. La solución pasa por fomentar la educación vial y proteger al ciclista. También hay que habilitar mejor las carreteras secundarias y aprovechar, por ejemplo, las conexiones entre los caseríos, son buenas vías que podrían estar mejor asfaltadas.

- ¿Cómo influye la proliferación de grupos de ciclistas?

- Ir en grupo permite ir más seguro y está permitido circular de dos en dos. Cuando un conductor ve uno solo, suele confiar en que lo adelantará sin problema y no es consciente de que si tan solo lo toca con el retrovisor puede enviarlo por los aires. Ahora bien, es cierto que hay colectivos que no van como debieran.

- El ciclismo femenino se halla en auge.

- Ese aumento no solo se ha producido en la competición y la práctica deportiva, sino también en la carretera. Ya hay ídolos y esto contribuye a aumentar la base.

- ¿Se atreve a nombrar las promesas vascas sobre dos ruedas?

- Los mejor situados, caso de Ion Izagirre, Mikel Landa o Pello Bilbao, ya han pasado de la treintena. Hay promesas como Oier Lazkano, segundo recientemente en una clásica belga, Alex Aranburu o Igor Arrieta. Se ha producido un descenso en el nivel, pero este panorama es susceptible de cambio con rapidez, en un plazo de dos o tres años. Entonces, un chaval que ahora tiene 18 años y aún sigue en categoría juvenil, puede dar la sorpresa.