El inesperado anuncio de Pablo Alborán en 'El Hormiguero': «Han sido muchos años de trabajo»
El cantante acudió al programa de Pablo Motos para agradecer el éxito que ha tenido su gira de dos años y comunicar una decisión importante: «Voy a contar cosas que nadie sabe»
Tras dos años de gira, Pablo Alborán quería dar las gracias a quienes le han arropado en sus conciertos. «El poder hacer música en directo, y que la gente la mantenga viva y haga posible que nosotros podamos trabajar, es muy difícil. Hay gente que se pasa meses ahorrando para una entrada o sacrifican un cumpleaños para poder ir al concierto. Eres parte de la vida de mucha gente y eso hay que valorarlo. No me lo tatúo, de milagro», expresaba el artista ante un embelesado Pablo Motos. Alborán acudía a 'El Hormiguero' y contaba cuál es el momento más complicado en una gira. «La tercera semana es crítica. La primera es la novedad, tienes ganas de viajar… La segunda, depende de cómo vayan los conciertos y eso. Pero la tercera depende de que una mosca te pegue un bocado, te afecta cualquier cosa. No soportas a nadie. Y esto es general», descubría.
La afluencia masiva de canciones en redes sociales y lanzamientos que duran un suspiro es un hecho. Y Alborán se pronunció sobre ello. «He estado muy enfadado, me he reconciliado y me vuelvo a enfadar, pero al final me he dado cuenta de que está bien que tú decidas lo que quieres escuchar. Está bien que todo el mundo tenga la oportunidad de mostrar lo que hace, sea el estilo que sea. Yo no soy nadie para catalogar. Pero sí es cierto que la velocidad y el exceso de información -no sólo en la música, en todo-, hace que se pierda el criterio. Y, al final, lo que importa de verdad es que esa música te emocione», reflexionaba. Y agregaba: «Eso es lo que pienso ahora, ojalá que, dentro de diez años, eso que me emociona ahora, perdure. Pero todo está en constante cambio y me ha enfadado eso, ¡eh! Ostras, yo necesito tiempo para encontrar la inspiración. Y yo trabajo la inspiración. Y me pongo a ensayar y a estudiar. No puedo pretender que las cosas me salgan de la noche al día. Y no puedo tener cada mes un tema guardado en la retaguardia por si lo anterior no ha funcionado. Eso es así. Y hay que aceptarlo y buscar que, dentro de tus posibilidades, mantengas tu integridad y sigas peleando por el respeto a la música».
La naturalidad es esencial para la credibilidad del artista y Alborán es consciente. «Todos tenemos un punto de inseguridad y creemos que hemos desafinado. Y menos mal que lo hacemos porque no ser perfecto tiene sus cosas muy buenas», afirmaba. Y ponía un ejemplo. «Me pasó una cosa brutal. Voy a contar cosas que nadie sabe. Venía de Madrid con un poco de afonía, y tenía concierto en Quito. Así que decido hacer cinco días de silencio, haciendo curas de voz. Me comunicaba con un cuadernito y un boli. Y el día del concierto, voy a la prueba súper confiado, con una camiseta que ponía: Jodidos, pero contentos. Subo a hacer la prueba de sonido y no tenía voz. Me rayé un montón. Y me dijeron, si no puedes cantar, no pasa nada, eres humano. Me llevaron a un parque, me puse a respirar, me subí al escenario y logré cantar. Y me di cuenta de lo importante que es la cabeza», declaraba.
Llegado el momento, Motos revelaba que el cantante tenía una «decisión importante» que contar. «Han sido muchos años de trabajo intenso y necesito barbecho. Necesito volver a escribir sin toda esa presión. Y me apetece observar, vivir como espectador. Ver música en vivo, porque necesito inspirarme. Y escribir sin ningún condicionante. No sé cuánto tiempo será, pero es importante descansar», anunciaba. Y confesaba cómo es cuando compone. «Cuando estoy creando soy bipolar, esquizofrénico… Hay un punto de adrenalina y ausencia de juicio brutal. Y es realmente sanador. Te olvidas de ti, te olvidas de todo y lo único que quieres es escupir lo que llevas dentro», remataba.