Iñaki López o el don de salir indemne de un debate político y caer bien

Lo del despiste debe ser de órdago porque no es Cristina Pardo solo la que lo dice. Adela González, que hoy es 'competencia' en Mediaset, compartió con él diez años delante de las cámaras de ETB. «Sí, tiene un despiste... Pero compensa con lo demás. Con esa cara de niño travieso y esa sonrisa que consigue que atrape a la gente, con una rapidez que asusta y asombra y con una cultura general y musical inmensa». Es raro, dice, que se quede sin palabras, sin una ocurrencia a mano. Le pilló en una de estas Cristina Pardo: «Aunque cada día nos ponemos en aprietos el uno al otro y es súper ocurrente, no soporta hablar de consoladores en directo, alguna vez que ha venido a cuento. Se pone muy nervioso».

Tal vez en privado sea diferente, claro. «Ir a cenar con Iñaki son risas aseguradas. Es un tío muy gracioso. Y, profesionalmente, tiene un don especial, magia». Habla así quien le vio prácticamente nacer en la tele. Arri Granados, directora de contenido de K2000, se fijó en él cuando era un chaval que iba alcachofa en mano haciendo entrevistas para Telebilbao. «Hacía el programa 'Que te doy con el pico de la plancha' y desprendía una frescura, un punto de descaro...». Le ficharon como colaborador de 'Lo que faltaba', el que fuera uno de los buques insignia de ETB-2, y al trabajar con él descubrieron en aquel tipo que tanto morro le echaba a un profesional «con una memoria prodigiosa, tremendamente obediente y que jamás se enfadaba». Vio Granados que «en la calle se movía como pez en el agua, pero en el plató también porque es rápido y listo. Lo mismo vale para un roto que para un descosido, era muy joven, un diamante por pulir».

Por eso, a nadie sorprendió (ni molestó) el salto desde ETB a las cadenas nacionales hace algo más de una década, donde se ganó su hueco al frente de 'La Sexta Noche', un buen 'fregado' del que ha salido sin marcar. Ahí está el valor. «Los políticos siempre le han respetado porque nunca ha intentado hacer trampas. Ya sean de derechas o de izquierdas, se sienten cómodos con él porque no trata diferente a nadie. Sus entrevistas, los debates con él al frente nunca están inclinados. Si le preguntas a los espectadores por su ideología, muchos no lo sabrán», aplaude Pau Canaletas, consultor experto en marketing político y profesor de Comunicación en la Universidad de Barcelona. Confirma Cristina Pardo: «Ni se consigue ni se deja conseguir. Dudo mucho que Iñaki haya hecho sus programas pensando en caer bien a algún político y, aunque seguro que a él hay políticos que también le caen bien, eso no interfiere».

Dos cuestiones más que han determinado su éxito al frente de un programa que nació casi como una rareza (veníamos de los años gloriosos de los 'realities') y que durante años no tuvo competencia los sábados por la noche. «Iñaki ha vivido la época dorada de los debates políticos. A partir de 2015 y con la irrupción de nuevos partidos y el creciente malestar de la sociedad, la gente empieza a interesarse mucho por la política y los 'late-show' abandonan el cotilleo para 'politizarse'. Esa época se alarga hasta el fin del 'procés'», dibuja el escenario Pau Canaletas. En ese ambiente favorable de creciente interés mediático por la política, Iñaki se reivindica como un profesional 'neutro', a diferencia de otros periodistas y presentadores 'marcados' ideológicamente. Un acierto a juicio de Canaletas: «Su rol en 'La Sexta Noche' era dar juego y lo jugó bien. No ha querido ser un personaje».

Coincide en el diagnóstico Juan Francisco Lozano, profesor de Periodismo Audiovisual en la Universidad de Málaga. «Un purista podría reprocharle a Iñaki que se extralimita a veces con sus comentarios, pero la suya no es una opinión ideológica, sino más bien un comentario chispeante y muy pegado a lo que el ciudadano habla en la calle. Se moja pero no para polemizar, sino para conectar con el público». Y lo hace, sostiene Lozano, «con un sentido del humor y de la ironía muy particular, como quitando hierro al asunto. Llega al punto de hacer sonreír al espectador, sin caer jamás en el desmán o en la zafiedad». Dice Arri Granados, que también le conoce detrás de las cámaras, que le ve en los programas de corte político o de actualidad informativo «más comedido, pero no impostado». Y que funciona igualmente bien en este registro «que cuando está dando las campanadas» -las ha dado en 2017, 2018, 2019 y 2020-.

Y habrá sido coincidencia o todo lo contrario pero en 2021, con el formato de debate político y tertulia ya un poco desgastado, Iñaki López abandona 'La Sexta Noche' (le ha tomado el relevo José Yélamo) para incorporarse a 'Más vale tarde', el programa de actualidad de las tardes de La Sexta, junto a Cristina Pardo. «Se les ve que tienen buena química», destaca Juan Francisco Lozano. Aquí también dan cabida a la política, «aunque con más información y menos tertulianos». Así que ejerce menos de 'moderador'. «Haber lidiado como lo ha hecho en esas aguas polarizadas del debate de noche le ha permitido tener un perfil poco marcado y eso contribuye a su credibilidad», destaca el especialista.

Sobre el futuro y si recalará en ETB, quién sabe... Le preguntamos a Arri Granados, de K2000: «Las relaciones con la cadena son muy buenas. Y aunque se pase la semana en Madrid, él siempre dice que vive en Getxo...».