Gorka se encuentra con su novia en 'Supervivientes': «¿Confías en mí?»

Fue una noche de reencuentros. 'Tierra de nadie' dio rienda suelta a la pasión de algunos concursantes de 'Supervivientes' a los que sorprendió llevando a su pareja hasta Honduras. La primera impactada fue Blanca Manchón, que halló a su novio enterrado en la arena. Besos, abrazos, sollozos y risas protagonizaron el momento. Entre ellos no había reproches, así que poco más dio de sí la cita. La que tenía más miga era la de Gorka Ibarguren. Tras ser acusado de tontear en la isla con Miri Pérez-Cabrero y Marieta Díaz, el vasco temía por su relación y así lo había expresado en momentos de bajón.

La ceremonia de salvación señaló al guipuzcoano que se libró de la nominación, dejando en la lista negra a Marieta, Aurah Ruiz y Kiko Jiménez. Como recompensa, Laura Madrueño propuso a Ibarguren que nadara hasta un islote a casi un kilómetro de distancia. El joven no se amilanó y, con neopreno incluido, se lanzó al agua. «Hay que reconocer que este chaval es un atleta de primera magnitud. Es bestial lo que acaba de hacer», ponderaba Carlos Sobera al ver que había superado el reto en pocos minutos. Y en ese pedazo de tierra, Gorka descubrió a su novia, Andrea, escondida dentro de un gran baúl. «¡Mi amor!», exclamaba al verla.

«¿Está todo bien? Esto sí que no me lo esperaba ni de coña», comentaba muy emocionado Gorka estrechando a su novia entre sus brazos. «Tenía muchas ganas de verte. Ya sé que estás impactada por las cámaras», brindaba el deportista haciendo hincapié en la timidez de la chica. «Te echaba muchísimo de menos», insistía. «Yo también a ti», respondía ella con un hilo de voz.

Gorka no dejaba de acariciarle y mostrarle afecto. «Estaba contando las horas y los minutos para verte», aseguraba. Ella no dejaba de sonreír. «Estás guapo, pero te has quedado en nada», comentaba la joven aludiendo a la delgadez de su chico. «Es el mejor día de mi vida», proclamaba Ibarguren. 

«Nunca he dudado de todo lo que quiero a Andrea, ni por un segundo. Está haciendo un esfuerzo muy grande al estar aquí», comentaba Gorka. Sobera entraba en escena. «¿Qué es lo que más tienes necesidad de aclararle a tu chica?», preguntaba. Y el aludido fue claro. «A ver si confía en mí. Es que no sé lo que ha podido ver fuera», declaraba. Andrea respondía con seguridad. «¿No ves que estoy aquí?», manifestaba. Nuevo abrazo intenso.  

Tras una pausa publicitaria, la pareja volvió a recuperar el protagonismo. «Nos ha parecido entender que le has pedido algo», ironizaba Sobera. Y Gorka replicaba. «Le he dicho que tengo más claro que nunca que en un futuro me quiero casar con ella», dedicaba. Ella sonreía apocada. Y el presentador seguía indagando. «Pero en un futuro lejano, ¿o qué?», provocaba. «¿Tú qué quieres, que se lo pida aquí en directo o qué?», respondía Ibarguren mientras su novia esquivaba el forzado momento.

«Siií, que somos vascos», animaba Sobera con mirada pícara. Pero no conseguía el efecto deseado. «Lo voy a hacer cuando la ocasión lo merezca. Esto no lo puedo hacer a bote pronto», zanjaba Gorka. Y remataba: «Es que soy muy tradicional, le tengo que pedir la mano a su padre primero y todo eso». El comunicador no se cortaba. «Lo que eres es muy antiguo», reprobaba. 

Andrea aceptó la oferta de pasar la noche junto a Gorka, lo que conllevaba conocer a sus compañeros de fatigas. «Esta es la famosísima Andrea que incluso habéis puesto en duda su existencia», ironizaba el vasco cuando les presentó a su prometida a Miri, Kiko y Marieta. «A ver, el DNI», bromeó Jiménez. Y Sobera entró indicando que igual era el momento de aclarar algunas cosas. «Le estáis dando muchas vueltas a una cosa que está ya zanjada, no hay nada que aclarar», resolvía Ibarguren. 

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